Elena de White sobre Junia

 

Mucho debate ha existido sobre Romanos 16:7, y no es para menos, pues podría ser el única caso en la Biblia en donde tendríamos a una mujer apóstol. Pero generalmente se entiende que existen dos alternativas posibles: el nombre femenino “Junia” o el masculino “Junias”. Además, la frase “episemoi en tois apostoloi” puede entenderse en forma inclusiva o exclusiva. Si se entiende de manera inclusiva, entonces Andrónico y Junia estarían incluidos en los apostoloi, ellos sería “destacados entre los apóstoles”, o sea, que eran apóstoles que se destacaban del resto. Pero si se entiende esta frase de manera exlucisva, entonces Andrónico y Junia serían “estimados por los apóstoles”, es decir, personas laicas a quienes los apóstoles estimaban o apreciaban.

Como adventistas del séptimo día, creemos que Elena de White fue inspirada por Dios. Creemos que sus escritos son útiles e inspirados. Su opinión, aunque no es definitiva, es útil para conocer la voluntad de Dios.

Elena de White nunca mencionó en ninguna ocasión el nombre masculino “Junias”. Y solo mencionó en una sola ocasión el nombre femenino “Junia”:

“Pablo en sus cartas a las iglesias hace mención de mujeres que fueron trabajadoras con él en el evangelio. Escribiendo a los Romanos, el dice: […] Saluden a Andrónico y Junia, mis parientes, que son notables entre los apóstoles, que también fueron en Cristo antes de mi” (North Pacific Union Gleaner, 4 de Diciembre de 1907)

Elena de White escribió que Andrónico y Junia (nombre femenino) eran “notables entre los apóstoles”, es decir, eran apóstoles notables. Es claro que ella utiliza una interpretación inclusiva.

Podemos concluir, que para Elena de White, en la Biblia existió una mujer que era notable entre los apóstoles.

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