Junia, la Mujer Apóstol

Junia, la Apóstol

Por Nancy Vhymeister

 

E l nombre Junia aparece solo una vez en el Nuevo Testamento (NT). Es mencionada en la lista de amigos y compañeros de trabajo en Roma, a quien Pablo envió saludos, que se registra en Romanos 16. A través de los años, se han planteado preguntas acerca de su identidad, ocupación y especialmente su género. En este capítulo, se examinará algunas de estas preguntas y también las implicaciones de las respuestas.

Junia

En el texto griego de Romanos 16:7, se lee como sigue: “saludo a Andró­nico y a Junia quienes son mis parientes y compañeros de prisión, reconocidos en/por/entre los apóstoles y fueron antes de mí en Cristo”[1]. Puse a Junia en la frase en/por/entre y los apóstoles de la palabra en cursiva, porque la identidad de Junia se encuentra en la interpretación de estas palabras.

En griego, todos los sustantivos toman las terminaciones reco­nocidas para demostrar su caso, es decir, su función en la oración. Aquí, Andrónico y Junia aparecen en el caso del acusativo, como objetos del verbo activo “saludan”. El sustantivo masculino y el objeto de un ver­bo, hacen la forma Andrónikon, que aparece en este versículo. El otro nombre, Iounian, también está en acusativo y es un poco problemático.

La diferencia entre los Iouniān masculino y el femenino Iounían, sin embargo, es solo un acento. En verdad, los manuscritos más an­tiguos, los unciales, están escritos en mayúsculas, sin acentos. Por lo tanto, ambos sexos se daría como IONIAN, dejando al lector para decidir que género es Junia.

Para aclarar el género de Junia, se debe considerar el uso del nombre en la antigüedad, las referencias a Junia por primeros es­critores cristianos y el nombre de antiguos manuscritos griegos así como en el griego del NT.

El nombre Junia en la antigüedad

A pesar de la declaración de Wayne Grudem y John Piper, que Junia no era un nombre común femenino en el mundo de habla grie­ga, Junia[2] era un nombre romano femenino que era usado por su sig­nificado: “juvenil”; el cual deriva de la diosa Juno. El nombre aparece más de 250 veces en Roma, en los registros del siglo I DC.[3]

Allí, Junia se encuentra a menudo en tumbas[4]. El nombre también aparece en las inscripciones del siglo I en Ephesus, Didyma, Lydia, Troas y Bythinia[5]. La Junia más conocida, es la hermanastra de Brutus y esposa de Cassius[6].

Si tuviera un nombre masculino, debería haber sido Junias en grie­go o Junius en latín. El nombre Junius tiene sustento. Sin embargo, no existe sustento para Junias en cualquier “inscripción, hojas membreta­das, trozos de escritura, epitafio o trabajo literario de la época del Nuevo Testamento”[7]. Algunos han sugerido que Iouniās hubiera sido una forma corta de Iounianós; pero, para ese nombre no existe evidencia tampoco[8]. Según Linda Belleville, “Iouniās, como una contracción de Iounianós, se origina en el mundo de habla inglesa con Thayer” en 1885[9]. 

Referencias en el cristianismo temprano

En su comentario de Romanos, de Joseph Fitzmyer, figuran 16 escritores cristianos griegos, y los romanos del primer milenio en­tendían a Junia, en Romanos 16:7, como una mujer. Entre estos, el más temprano es Orígenes (ca. 185–254), cuyo comentario sobre Romanos fue traducido al latín por Rufino (ca. 345–410) y citado por Rabanus Maurus (ca. 776–856)[10]. En su Liber de Nominibus Hebraicis, Jerónimo (ca. 345–419) muestra el nombre como Junia[11].

Desde Juan Crisóstomo (ca. 344–407) hasta Pedro Abelardo (1079–1142), los comentaristas griegos y latinos de la epístola a los Romanos, usaron el nombre femenino Junia. Las únicas excepciones, Ambrosiaster (finales del siglo cuarto) y Atto de Vercelli (925-960), usan Julia en femenino[12].

Los que desean que Junia sea un hombre, han tratado de hacer mucho, y citan el Index Discipulorum, atribuido a Epifanio (ca. 315–403), donde aparece Junias en masculino. Pero, Belleville señala que Epifanio también señala a Priscila como hombre, siendo ella un obispo de Colo­fón, mientras que su esposo Aquila era Obispo de Heraclea —dos luga­res muy diferentes. “La confusión de género y las ubicaciones dispares ponen en duda la fiabilidad general del documento”, concluye Belleville[13].

Aegidius de Roma (1245–1316) fue el primer escritor de la Iglesia quien señalo a Andrónico y Junia como “esos hombres honorables”[14]. Curiosamente, esto corresponde a la época cuando Papa Bonifacio VIII, bien recordado por sus dificultades con Dante, decretó en 1298, que todas las monjas debían ser enclaustradas en forma permanente[15].

Junia en manuscritos antiguos del NT en griego

Cada vez que se escriba acerca o sobre un manuscrito uncial (o sea, completamente en mayúscula), intentar si quiera escribir Iou­nían o Iouniān sería irrelevante. Las letras deberán ser mayúsculas e inacentuadas: IONIAN (ionian = jónico es una especie de orden o formación). El género de esta persona (persona del género verbal) puede presentarse de distintas maneras.

Los primeros registros sobre manuscritos en minúscula datan del siglo VII DC; de hecho, los manuscritos escritos completamente en mayúscula (o sea unciales) fueron codificados (o recopilados) en minúscula forzando así el uso de acentos. Estos manuscritos tenían Iounían, haciendo a Junia femenino. Según Eldon Epp, los manuscri­tos no griegos, escritos en minúscula, usaban el masculino Iouniān[16].

El UBS Greek New Testament muestra, por lo menos, 20 manus­critos en minúsculas que emplean Iounían en femenino. Entre ellos, los más antiguos son 081 (de 1044) y 104 (de 1087). El más reciente es 2200, a partir del siglo XIV[17].

Más de una vez, en los manuscritos del NT y escritos acerca de este capítulo, el nombre en el versículo 7 se da como Julia, que aparece más adelante en Romanos 16:15. Esto se puede ver en P46, un manuscrito uncial desde aproximadamente el año 200[18]. En cual­quier caso, Julia es un nombre femenino.

Richard Bauckham conjetura que Junia de Romanos 16:7 es Ioanna de Lucas 8:3 y 24:10. Su nombre romano sería más fácil de pronunciar, y su relación con Jesús ciertamente la pondría como una cristiana antes de Pablo. Andrónico era o el segundo marido, o un nombre romano tomado de Chuza[19].

El nombre impreso en Nuevos Testamentos griegos

Según la tabla de Epp, 38 Nuevos Testamentos en griego, co­menzando con Erasmus (1516) a través de Eberhard Nestle en 1920, usan el nombre Iounían, lo que indica el género femenino para Junia. Durante esos siglos, solo hay una excepción: Alford, en el siglo XIX, usa la forma masculina; pero, pone el femenino en el apartado[20].

Desde la versión de Nestle de 1927 al UBS Greek New Testament de 1993, solo el NT de Hodges-Farstad de 1982 utiliza el femenino; las otras 14 versiones utilizan el masculino, a menudo sin una expli­cación alternativa en el apartado. Esta tendencia se invierte con Kurt Aland en 1994 y las versiones de 1998 de UBS, que vuelven a usar el femenino sin ninguna lectura alternativa[21].

Junia en traducciones modernas

Las siete primeras versiones ingleses, de Tyndale (1525–1534) a la King James Version (1611), en todas tenemos Junia como una mujer. Desde la versión revisada (1881) hasta la Nueva Traducción Viviente (1996), 21 traducciones al inglés tienen el masculino, mien­tras que 10 tienen la forma femenina[22]. De esta tendencia, Scot McK­night observa con tristeza: Junia no está sola; las mujeres, dice, no han tomado ni se les ha permitido un lugar adecuado en el Ministerio[23].

Algunas recientes traducciones al inglés todavía conservan la forma masculina, sin duda porque las traducciones pasadas lo hicie­ron así, y fue la forma masculina del NT griego en que estas versio­nes fueron traducidas. Tales son el francés Louis Segond, Biblia de las Américas, la revisión de 1995 de la Reina-Valera, New American Stan­dard Bible (NASB), Contemporary English Version (CEV) y The Messa­ge, entre otros. Sin embargo se puede preguntar cuánta parcialidad del traductor se muestra en las traducciones.

Notable entre ellos o reconocida entre ellos

La frase griega episēmoi en ha sido problemática para algunos. ¿Es Junia uno de los apóstoles? ¿O ella es reconocida por los apósto­les? La Vulgata Latina tiene a Junia como “notable entre los apósto­les (nobiles en apostolis)”.

Juan Crisóstomo escribió lo siguiente sobre Andrónico y Junia, en su comentario sobre Romanos 16:7:

¿Entre los apóstoles? Y precisamente ser apóstoles en absoluto es una gran cosa. ¡Sin embargo para ser parte de entre estos, se considera un gran elogio! Esto era de notarse debido a sus obras, sus logros. ¡Oh! ¡Cuán grande es la devoción (philosophia) de esta mujer, tal que, ¡ella debería inclusive ser considerada como digna de llevar el título de apostolado![24]

Muy poca fue la discusión sobre el tema del apostolado de Ju­nia, parece que hasta tarde en el siglo XIX. William Sanday y Arthur Headlam señalaron en su comentario de 1895 sobre Romanos:

Junia es, por supuesto, un nombre romano común, y en ese caso los dos probablemente serían marido y mujer; Junias, por otro lado, es menos general como nombre de una persona… Si, como es probable, Andrónico y Junias están incluidos entre los apósto­les…, entonces, es más probable que el nombre es masculino.[25]

El adjetivo episēmoi se refiere a algo que tiene una marca dis­tintiva, como metal precioso estampado. La palabra puede utilizarse para indicar que una persona o cosa es considerada muy buena, al igual que en Romanos 16:7; o muy mala, cuando se aplica a Barrabás en Mateo 27:16, donde la NRSV traduce “de mala fama”.[26]

Según la International Standard Bible Encyclopedia, la palabra se refiere a algo que apunta a una cosa o persona eminente o digna de atención[27]. La palabra también podría ser traducida como “notable”. El Greek-English Lexicon of the New Testament Based on Semantic Do­mains tiene esta definición: “referente a ser conocida o excepcional, ya sea debido a las características positivas o negativas —‘extraor­dinaria’, ‘famoso’, ‘notorio’, ‘infame’”[28].

En los inicios de 1900, la idea de que el nombre Junia era una mu­jer, estimada por los apóstoles, circuló en comentarios por varios auto­res[29], que entendían que solo un hombre podría ser un apóstol, por lo cual Junia no podía serlo; pero, sí podría ser estimada por los apóstoles.

En 1994, el Textual Commentary del UBS Greek New Testament señaló lo siguiente: “Algunos miembros [del Comité UBS], teniendo en cuenta que es poco probable que una mujer podría estar entre la categoría de ‘apóstoles’, entendieron que el nombre es masculino”.[30]

Resulta evidente que la esencia de la cuestión es la compren­sión de la preposición “en“, que puede ser traducida diversamente como “en”, “entre”, o incluso “con” o “por”[31]. La palabra denota la ubicación y significado, normalmente seguida por una palabra en el caso dativo, como tois apostólois.

¿Cuál es el significado que debe haber? ¿Son Andrónico y Junia reconocidos como apóstoles? ¿Eran notables entre los apóstoles? Esta es la vision inclusiva. ¿O son reconocidos por los apóstoles como foras­teros notables, y no como apóstoles? Este es el punto de vista exclusivo.

En 2001, Michael Burer y Daniel Wallace presentaron un nuevo examen de Romanos 16:7. Propusieron que Junia era una mujer y que ella y Andrónico fueron admirados por los apóstoles. Después de señalar lo que ellos percibían como un error de los que tomaron la posición incluyente, encontraron evidencia de su propia posición exclusivista en el estudio de documentos antiguos[32]. Episēmoi en tois apostolois debe significar “notable a los apóstoles”.

Tres grandes respuestas a su documento provenían de Bauckham, Belleville y Epp.[33] Bauckham analizó el estudio realizado por Burer y Wa­llace, desafiando a sus conclusiones[34]. Belleville había replicado el estu­dio del Burer y Wallace y dio evidencia bíblica para demostrar su error.

Mostró que la preposición más el dativo es normalmente inclusivo. Por ejemplo, Mateo 2:6: Belén es de ninguna manera menos “entre los go­bernantes de Judá” (NRSV). También, encontró paralelos helenísticos de la frase episēmoi at toīs, que claramente son inclusivos. En los Diálogos de los muertos (438) de Lucían, se encontró con un paralelo exacto de Romanos 16:7: “Más destacado entre los cuales había un rico campesi­no Ismenodorus y…”[35]. Además, se encontró ejemplos de técnicas de in­vestigación pobres y la conclusión errónea del informe[36]. La conclusión de Belleville era clara: Junia fue una mujer y uno de los apóstoles[37]. En 2002, Eldon Epp escribió un extenso artículo que sirvió de base para su libro de 2005, Junia: The First Woman Apostle.[38] En él, hizo un caso bien documentado para Junia como mujer y uno de los apóstoles.

Los apóstoles

Surge la pregunta de quiénes son estos apóstoles. Obviamen­te, no son los doce. En 1 Corintios 12:28, Pablo hace referencia al don espiritual de apostolado. ¿Andrónico y Junia, habían recibido este don? Sabemos muy poco excepto el significado de la palabra apos­tolos: “uno que es enviado”. ¿Si Andrónico y Junia fueron enviados o comisionados, quién los envió?

Cualquiera que sea el significado preciso de la palabra, los após­toles forman un grupo especial de personas que llevaron a cabo la misión de Cristo, así como lo hizo Pablo. Bauckham sugiere que Pablo se refiere a los apóstoles de Cristo, como él, que han sido comisiona­dos por el Cristo resucitado, y que, junto con los Doce de los evange­lios sinópticos, forman un grupo más grande.[39] Orígenes declaró Andrónico y Junia se encontraban entre los setenta y dos enviados por Jesús[40]. Juan de Damasco (675-749?) observó, respecto a Junia: “ser llamados ‘apóstoles’ es una gran cosa… Pero, incluso para desta­car entre estos, es suficiente considerar que esto es un gran elogio”[41].

Ute Eisen señala: “En la Liturgikon, el misal de la Iglesia Bizan­tina, Junia es honrada en la actualidad… como una apóstol, junto a los cincuenta y seis hombres apóstoles, ‘como a las dos apóstalas’, María Magdalena y Tecla”[42].

Craig Keener observa lo siguiente:

También es anti-natural leer el texto como meramente afirman­do que tenían una gran reputación con “los apóstoles”. Desde que fueron encarcelados con él, Pablo sabe lo suficientemente bien para recomendarlos sin apelar a los otros apóstoles, cuyo juicio nunca cita sobre estas cuestiones… Pablo no limita para nada la compañía apostólica a los Doce, más él mismo, como algunos han asumido (véase especialmente 1 Co 15:5-11). Aquellos que están a favor de la opinión de que Junia no era una mujer após­tol, lo hacen debido a la suposición previa de que las mujeres no podían ser apóstoles, sin tener ninguna evidencia en el texto.[43]

Conclusión

Es difícil completar este estudio sin encontrar que Pablo se refiere a una mujer llamada Junia, quien, junto a Andrónico (proba­blemente su esposo), fue parte del grupo de los apóstoles del NT. Pablo reconoció como uno de los apóstoles, a una mujer que estaba dispuesta a sufrir por el evangelio, extendiéndolo presurosamente.


Referencias

[1] Traducción de la autora.

[2] Wayne Grudem y John Piper, “An Overview of Central Concerns”, en Recovering Biblical Manhood and Womanhood: A Response to Evangelical Feminism (Wheaton, IL: Crossway Books, 1991), 79–81. Grudem y Piper afirmaron que encontraron solamente tres apariciones de este nombre en la base de datos Thesaurus Linguae Graecae, mientras que Linda Belleville encontró siete. Véase Linda Belleville, “‘Iounian.. ‘epísēmoi at toīs ‘apostólois: A Re-examination of Ro­mans 16.7 in Light of Primary Source Materials”, New Testament Studies 51 (2005): 231-249.

[3] Joyce Salisbury, Encyclopedia of Women in the Ancient World (Santa Barbara, CA: ABC-CLIO, 2001), s.v.

[4] Linda Belleville, “Women Leaders in the Bible”, en Discovering Biblical Equality, eds. Ronald Pierce y Rebecca Merrill Groothuis (Downers Grove, IL: InterVarsity, 2005), 117.

[5] Ibíd. También, ver Belleville, “Una revisión”, 241.

[6] Belleville, “Una revisión”, 234.

[7] Belleville, “Women Leaders”, 117.

[8] Eldon Epp, Junia: The First Woman Apostle (Minneapolis, MN: Fortress Press, 2005), 26-28.

[9] Belleville, “Una revisión”, 239.

[10] Joseph Fitzmyer, Romans, en The Anchor Bible Commentary, vol. 33 (Garden City, NY: Doubleday, 1993), 737, 738.

[11] Jerome, “Liber de Nominibus Hebraicis, Migne Patrologia Romana, columna 895”, www.documentacatholicaomnia.eu/02m/03470420,_Hieronymus,_Liber_De_Nominibus_Hebraicis,_MLT.pdf (consultado el 14 de mayo, 2013); allí, Junia, erróneamente, aparece bajo la epístola de Santiago; pero, la nota indica que el nombre realmente aparece en Romanos.

[12] Ute Eisen, Women Office holders in Early Christianity: Epigraphical and Literary Stu­dies, trans. Linda Maloney (Collegeville, MN: Liturgical Press, 2000), 47.

[13] Belleville, “Una revisión”, 235.

[14] Bernadette Brooten, “Junia… Outstanding Among the Apostles”, en Women Priests: A Catholic Commentary on the Vatican Declaration, ed. Leonard Swidler and Arlene Swidler (New York: Paulist Press, 1977). En línea: www.womenpriests.org/classic/brooten.asp

[15] Eisen, Women Officeholders, 47, quien cita a Brooten, “Junia… Outstanding Among the Apostles”, 141–144; Elizabeth Makowski, Canon Law y Cloistered Women: “Periculoso” and Its Commentators, 1298–1545 (Washington, DC: Catholic University of America, 1999); Dianne McDonnell, “Junia, a Woman Apostle”, The Church of God, www.churchofgoddfw.com/monthly/junia.shtml (consultado: 26 de agosto, 2012).

[16] Junia: The First Woman Apostle (Minneapolis, MN: Fortress Press, 2005), 45.

 

[17] United Bible Societies, The Greek New Testament, 4th ed. (Stuttgart: Deutsche Bi­belgesellschaft, 1993), 564.

[18] Bruce Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament (Stuttgart: United Bible Societies, 1971), 539.

[19] Richard Bauckham, Gospel Women: Studies of the Named Women in the Gospels (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2002), 109-202.

[20] Epp, Junia: The First Woman Apostle, 62, 63.

[21] Ibíd.

[22] Ibíd., 66.

[23] Scot McKnight, Junia is not Alone: Breaking our Silence about Women in the Church Today (Englewood, CO: Patheos, 2008), e-book.

[24] John Chrysostom, Homily 31 on the Epistle to the Romans, on Romans 16:7, en Nicene and Post-Nicene Fathers, ed. Philip Schaff (Grand Rapids, MI: Eerdmans, n.d.), vol. 11. En línea: www.ccel.org/ccel/schaff/npnf111.pdf.

[25] William Sanday y Arthur Headlam, “A Critical and Exegetical Commentary on the Epistle to the Romans”, en International Critical Commentary, vol. 32 (Edinburgh: T. & T. Clark, 1895), 423. La misma lectura no ha cambiado mucho en las últimas ediciones, in­cluyendo la impresión de 1962.

[26] Gerhard Kittel, Geoffrey Bromiley y Gerhard Friedrich, eds., Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964–1976), s.v. “Episēmos”.

[27] International Standard Bible Encyclopedia, rev. ed. (1986), s.v.

[28] “Notable” [Insgine]. 28 Johannes Louw y Eugene Nida, Greek-English Lexicon of the New Testament Based on Semantic Domains, vol. 2, 2nd ed. (New York: United Bible Societies, 1988–1989), no. 28.31.

[29] Véase la lista en Epp, Junia: The First Woman Apostle, 106n1 el capítulo 4.

[30] Metzger, A Textual Commentary, 322.

[31] Theological Dictionary of the New Testament, s.v. “en.”.

[32] Michael H. Burer y Daniel B. Wallace, “Was Junia Really an Apostle? A Re-exami­nation of Rom 16.7”, New Testament Studies 47 (2001): 76–91.

[33] Bauckham, Gospel Women; Belleville, “Reexamination”, 231–249; Epp, Junia.

[34] Bauckham, Gospel Women, 172-180.

[35] Ibíd., 246.

[36] Belleville, “Re-examination”, 242–247.

[37] Ibíd., 248; ver también, Belleville, “Women Leaders”, 119, 120

[38] Eldon Epp, “Text-Critical, Exegetical and Socio-Cultural Factors Affecting the Ju­nia/Junias Variations in Romans 16, 7”, en New Testament Textual Criticism and Exegesis: Festschrift J. Delobel, ed. A Denaux, Bibliotheca Ephemeridum Theologicarum Lovaniensium 161 (Leuven: Leuven University Press, 2002), 227–291; Epp, Junia, 45.

[39] Bauckham, Gospel Women, 179, 180.

[40] Pederson, The Lost Apostle: Searching for the Truth about Junia (San Francisco: Jos­sey-Bass, 2006), 36.

 

[41] Belleville, “Re-examination”, 235, citando a John of Damascus, Paul’s Epistles, 95.565.

[42] Eisen, Women Officeholders, 48. También, Rena Pederson señala que María Mag­dalena y Tecla, ambas fueron consideradas apóstoles; ver The Lost Apostle, 48, 49, 61–75.

[43] Paul, Women, and Wives (Peabody, MA: Hendrickson, 1992), 242, citado en Re­becca Merrill Groothuis, Good News for Women: A Biblical Picture of Gender Equality (Grand Rapids, MI: Baker, 1997), 195.

 

One thought on “Junia, la Mujer Apóstol

  1. A pesar de todos los datos y biliografía aportada, no se puede demostrar con contundencia que Pablo esté reconociendo a Junia o Junias como una mujer apostol, lo más problable y acorde a los demás escritos de Pablo es que haya sido un hombre considerando que Pablo dice en 1 Corintios 9:5: ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? En este texto Pablo da a entender que los apóstoles son hombres que tienen derecho a tener una esposa. Esta carta fue escrita alrededor del año 55 d.C antes de que Pablo escribiera la carta a los Romanos donde habla de Andrónico y Junia (supuestamente una mujer apostol) , sería que Pablo habría cambiado de opinión con respecto al rol de las mujeres en la iglesia?. No, su posición es la misma, ya que en la primera carta a Timoteo escrita varios años después alrededor del 65-66 d.C. dice Pablo . 1 Timoteo 3:2: Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; Si bien Pablo mismo no era casado, es claro que habla de los obispos o ancianos como hombres. Es cierto que hay aspectos culturales en los escritos de Pablo que hay que considerar al examinar algunos textos que parecen ser machistas, pero desde el génesis hasta el apocalísis incuyendo el espíritu de profecía nos enseñan que la figura femenina siempre ha sido crucial en la labor de la iglesia, menos en la labor de liderazgo pastoral, en la biblia el pastor de la iglesia es representado por un hombre (Cristo) y su iglesia es representada por una mujer (la esposa). No se puede cambiar el orden biblico de los roles ni de su representación.

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