La Teología del Menú

Recuerdo la primera vez que fui a un restaurante. Creo que tenía como seis o siete años. Ese día unos parientes de muy lejos nos habían visitado por un motivo que no recuerdo, así que mi familia decidió que todos juntos fuéramos a comer afuera.  Fuimos a un restaurante de un pueblo cercano, pues donde yo vivía no había ninguno. Me acuerdo muy vívidamente el momento cuando estábamos todos sentados y el mozo se acercó a tomar el pedido. Era la primera vez que estaba en un restaurante y no entendía cómo es que cada uno podía elegir que comer libremente. En mi casa siempre cocinaban mis padres y generalmente sin preguntarnos que queríamos. ¡Pero ahora podía elegir cualquier comida que quisiera del menú!

Poder elegir solo lo que queramos es maravilloso si estamos en un restaurante, o comprando en una tienda. Pero es muy malo si estamos estudiando la Biblia.

No podemos interpretar correctamente las Escrituras si solo aceptamos aquellos versículos que nos gustan, mientras que dejamos de lado aquellos que no nos gustan o que refutan nuestras creencias personales. Sin embargo, muchos importantes teólogos y escritores adventistas aparentemente no piensan lo mismo. Ellos realizan lo que yo llamo “la Teología del Menú”, donde solo toman aquellos versículos que les convienen, dejando de lado aquellos que los incomodan, como si la Biblia fuera un menú de restaurante.

En el tema de la ordenación de la mujer esto sucede bastante seguido. Quienes se oponen generalmente exigen que la Biblia sea leída literalmente, declarando que esta es la mejor manera de entender su mensaje:

“Es importante tomar la Biblia tal como se lee antes que poner en el texto un significado diferente al de su lectura simple” [1]

Debo decir que estoy completamente de acuerdo con esta declaración. Sin embargo quienes sostienen esto solo leen literalmente aquellos pasajes que les convienen, como si la Biblia fuera un menú. Por ejemplo, uno de los textos más usados para oponerse a la OM es 1 Timoteo 2:12

“Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.” (RV60) [2]

“Este versículo claramente demuestra que la mujer no puede ser pastora, porque se dice claramente que no puede ejercer dominio sobre el hombre”

Ese es quizás el argumento más escuchado contra la ordenación de la mujer. Sin embargo, quienes usan este argumento solo toman un pedazo del versículo, dejando el comienzo y el final sin interpretarlo literalmente

Si vamos a tomar este versículo estrictamente literal, entonces no deberíamos permitir que las mujeres enseñen. Así tendríamos que deshacernos de las maestras y profesoras adventistas, así como de las maestras de escuela sabática e instructoras bíblicas. Y la parte final del versículo dice que las mujeres deben estar en silencio. Por lo tanto deberíamos evitar que las mujeres canten, oren y prediquen en los cultos. Es más, no deberían decir ni una palabra en todo el servicio de adoración. ¡Eso es lo que debemos hacer si vamos a hacer una lectura literal y simple del versículo!

Sin embargo prácticamente la totalidad de quienes se oponen a la OM, pero insisten en tomar literalmente este versículo jamás han sugerido que hagamos tal cosa. Ellos solo toman el pedazo del versículo que les conviene.

De la misma manera, el pasaje continua diciendo que las mujeres se salvarán teniendo hijos (1 Tim. 2:15). ¡Pero ningún oponente de la OM declaró que tenemos que tomar este versículo literalmente! Si lo hiciéramos tendríamos que cambiar completamente nuestra doctrina de la justificación.

Otros pasajes también son tratados de la misma manera. Por ejemplo

“Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.” (1 Co. 11:3)

“Es claro que este versículo dice que el hombre es la cabeza de la mujer y por lo tanto la mujer no puede mandar al hombre, ni ser líder”

Este argumento también es muy común. Sin embargo solo un par de versículos después Pablo dice que la mujer tiene que orar con la cabeza cubierta (1 Co. 11:5-6). Sin embargo aunque eso es lo que la Biblia dice literalmente, ningún oponente de la OM ha declarado que las mujeres deben orar usando un velo.

La interpretación de la Biblia es un asunto serio que no se puede tomar a la ligera. Si bien muchos textos son fáciles de entender muchos otros, como los que aparecen en este artículo, necesitan de mucho estudio y oración. Como Elena de White dijo:

“No podemos obtener sabiduría sin una atención verdadera y un estudio con oración. Algunas porciones de la Santa Escritura son en verdad demasiado claras para que se puedan entender mal; pero hay otras cuyo significado no es superficial, y no se discierne a primera vista. Se debe comparar pasaje con pasaje. Debe haber un escudriñamiento cuidadoso y una reflexión acompañada de oración. Y tal estudio será abundantemente recompensado.” [3]

En caso de textos un poco más complicados de entender no podemos decir simplemente que una lectura literal nos dará su significado. Ni mucho menos podemos aplicar una lectura literal solo a aquellos versículos que nos convienen. La Biblia no es un menú de restaurante donde podemos elegir solo aquellos versículos que nos sirven e interpretarlos como nos parezca.

Referencias

[1] Gerard Damsteegt, Edwin Reynolds, Gerhard Pfandl, Laurel Damsteegt & Eugene Prewitt, Interpreting Scripture on the Ordination of Women, p. 22

[2] A menos que se indique algo diferente todas las citas bíblicas se han tomado de la Nueva Versión Internacional.

[3] El Camino a Cristo, p. 91

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