Jack Hoehn – No una Costilla

No una Costilla

Las Biblias tienen una traducción incorrecta que necesita ser corregida

Por Jack Hoehn

 

Introducción

Los humanos usualmente tenemos 24 costillas. Las costillas vienen de las 12 vertebras torácicas (espina dorsal) y proveen soporte y  protección para el pecho y su contenido. Los 7 pares superiores están conectados mediante cartílago directamente con el esternón (hueso del pecho) en el frente del pecho. Tres de los cinco pares siguientes están conectados indirectamente al esternón mediante un arco de cartílago que forma el margen superior del abdomen y una conexión para tu delgado y flexible músculo de la respiración, o diafragma. Las últimas dos costillas de las cinco inferiores frecuentemente no están conectadas y por lo tanto puede ser llamadas costillas “flotantes”, aunque los doce pares de costillas están unidas entre sí por varias capas de músculos intercostales y tejido conectivo llamado fascia, o pleura si en dentro del pecho.

Cuando inhalas los músculos intercostales entre las costillas se contraen, empujando las costillas arriba y afuera, al mismo tiempo que el diafragma se contrae y achata hacia abajo, inflando los pulmones.

Bilateralidad

El Creador usó el diseño de vértebra/costilla en muchos animales bilaterales (criaturas con un lado derecho e izquierdo, al contrario a animales planos como medusas o esponjas que no tienen dos lados iguales). Los perros tienen 13 pares de costillas; las serpientes, por supuesto, tienen muchas más, pero las ranas tienen un solo par. Las ocho costillas de las tortugas están hechas para fusionarse en su caparazón. Los pescados tienen dos costillas en cada vértebra: costillas dorsales y ventrales. Pero los tiburones solo tienen cortas costillas ventrales óseas, el resto es cartílago, y las lampreas no tienen costillas en absoluto.

¿Quinta Costilla?

La Reina Valera traduce una palabra hebrea para “quinto” (chomesh que viene de  chamesh, que significa cinco) como “quinta costilla”, para referirse a un punto de entrada letal para asesinar. “Debajo de la quinta” de las 7 costillas superiores del lado izquierdo podías clavar tu espada o lanza directo en el corazón. “Debajo de las cinco” costillas inferiores clavarías el “vientre” (como la mayoría de las traducciones modernas prefieren), pero cualquier lugar sería bastante letal. Abner, el general de Saúl, asesinó al hermano de Joab, general de David, llamado Asael (2 Samuel 2). Después Joab asesinó a Abner (2 Samuel 3). Después de que Abner murió, dos de los soldados de Saúl asesinaron a su Amo, Isboset, el hijo superviviente de Saúl (2 Samuel 4), pensando equivocadamente que con eso se ganarían el favor de David. Finalmente, Joab despachó a su propio primo Amasa, que se había unido a Absalon en su rebelón contra David (2 Samuel 20). Todos ellos murieron usando el mismo método letal: “le hirió por la quinta costilla, y murió.”

“Costilla” versus “Costado” o “Lado”

Existe una palabra hebrea apropiada para “costilla”: ala, que aparece en Daniel 7:5 cuando el Oso de Medo-Persia tiene tres de ellas en su boca. Pero hay otra palabra hebrea en la Biblia: tsela, que 40 veces significa “lado”, como en uno de dos lados o costados, como en los dos “lados” del Arca del Pacto con anillos para llevar el arca en Éxodo 37:5. O como las “cámaras” junto a los “lados”, norte y sur, del templo de Ezequiel 41:10. La mesa de los panes estaba en al “lado” del norte del Tabernáculo (Éxodo 26:35). Así que ¿Por qué en Génesis 2:21-22, donde se dice que Dios tomó un tsela de Adán, la traducción al español dice “costilla” en vez de uno de sus dos “lados”? ¿O en vez de una de las dos mitades del primer humano bilateral?

Este error de traducción comenzó con Casiodoro de Reina mediante su Biblia del Oso en 1569 se esparció al resto de la mayoría de las biblias en español. Pero la palabra “lado” tiene mucho y maravilloso sentido para entender que la mujer no es la 1/24 del hombre, sino una mitad.

El Trance de Adán.

El sueño profundo (Gn. 2:21) en el que Dios puso a Adán antes de la presentación de su compañera de vida no fue una anestesia quirúrgica. Fue un sueño o trance como en el que Dios puso a Abraham (ver Génesis 15), para que Dios pudiera revelarle a Abraham en un sueño su pacto unilateral de gracia. Aquí Abraham cortó por la mitad una vaca de 3 años, una cabra de 3 años y un carnero de 3 años, y ubicó una mitad a un lado,  y la otra mitad del otro lado, en frente de la otra. Entonces Abraham también cayó en un trance profundo similar al sueño, y Dios se reveló a sí mismo en un sueño a Abraham como una columna de nubes y una columna de fuego que se movía a través de las dos mitades de estos animales bilaterales, las mitades derecha e izquierda. Para Abraham esto significaba que Dios estaba haciendo un juramento solemne, haciendo una promesa que sería mantenida, ofreciendo a sí mismo para ser cortado a la mitad si Él no mantenía su palabra.

Así que el sueño profundo de Adán no fue una anestesia quirúrgica, fue un trance, un sueño espiritual donde él se vió cortado a la mitad, y uno de sus “lados” (no simplemente una pequeña costilla), una mitad de él, se convirtió en una mujer que en poco tiempo se le sería presentada. Dios se reveló a Adán en este trance que la Mujer era su lado, su mitad, su igual. Cuando Adán despertó de su sueño, él entendió que Eva no era solo una costilla, sino “hueso de mis huesos y carne de mi carne”, su lado, su mitad, carne y hueso juntamente.

Formado del polvo

Los animales, al igual que el hombre, fueron formados de química. “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos,” (Gn. 2:19). El hombre fue también, químico, “formado del polvo de la tierra” (Génesis, 2:7) y también se le dio el aliento de vida. Este “formado del polvo” no es una explicación científica de como la química se volvió bioquímica, como la bioquímica se convirtió en células completas, y como las células se convirtieron en seres vivientes. Es una declaración de nuestra mortalidad, nuestra terrosidad. Polvo somos, y excepto mediante la gracia de Dios y el acceso al Árbol de la Vida, nos convertiremos en polvo.

Así que el sueño de Adán no es una explicación científica del origen de la mujer, es una visión dada por Dios del lugar de la mujer en el orden de la creación. Aunque mortal, como los animales y el hombre, ella es la mitad de la humanidad, ella es un lado de los dos que tiene la raza humana. Ella no es una costilla, ella uno de los dos lados que hace a un humano, una compañera igual.

¿Cómo luce un humano? Aquí hay una imagen de un humano como es presentada por la historia de Génesis 1 sobre la creación del hombre y la mujer, dos lados iguales de la humanidad, lado a lado.

Génesis 2 traducido como lado (paráfrasis)

“Yahveh Dios formó al ser humano del polvo de la tiera, Él sopló en sus narices el aliento de vida y el ser humano se convirtió en un ser viviente.

Yahveh Dios plantó un jardín en el Edén, en el este, y allí ubicó al ser humano…

Pero Yahveh Dios, dijo que no es bueno que el ser humano este solo, le haré una compañera igual. Así que él hizo que el ser humano les pusiera un nombre a todos los otros animales que formó del suelo, pero no encontró una compañera igual para él.

Así que Yahveh Dios puso al ser humano en un trance donde él vio a Dios tomar uno de sus dos lados y cerrar la carne. Y Yahveh Dios convirtió esta mitad del hombre en una mujer y la trajo al hombre, quien exclamó:

“¡Al fín! ¡Esto es lo que he estado esperando! ¡Hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamadaISHA (mujer) porque del ISH (hombre) fue tomada. Por lo tanto el hombre dejará a sus padres y se unirá a una mujer porque ellos realmente son dos lados de una misma carne.

No más costillas

También podemos leer a Elena de White (omitiendo la traducción incorrecta de “costilla”) en completa armonía como la mujer viniendo del lado o la mitad del hombre.

“Eva fue creada… del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus pies como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su LADO como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación… serán una sola carne” (Patriarcas y Profetas, p. 25)

Muchos labios masculinos han “acostillado” a las mujeres, y esto me ha hecho entender que este error de traducción ha servido para disminuir a la mujer de su igualdad con los hombres desde la creación. Mis hermanas no son costillas, ellas son mis iguales.

Un hombre con un lado paralizado es un inválido, teniendo hemiplejia, como se puede ver en algunas víctimas de apoplejía. Al igual que Jacob, cuyo muslo fue dislocado al pelear contra Dios, él, desde entonces, cojeó necesitando un bastón. Hasta el final de su vida Jacob estuvo discapacitado debido a la pérdida de uno de sus lados en esa batalla, y hasta el día de su muerte, adoró apoyado en un bastón (ver Hebreos 11:21)

La herejía de la doctrina de la cabeza masculina (male headship) promovida por algunos de mis hermanos debería ser cuestionada no solo por ser no cristiana, sino también como una perspectiva no bíblica de disminución femenina. Génesis 2 enseña que los humanos fueron creados mortales (como los animales, del polvo) y que la mujer fue creada igual al hombres (la mitad de Adán). Esto están en completa armonía con el relato de Génesis 1 donde la imagen de Dios es masculina y femenina.

Una iglesia que no reconoce la igualdad completa en el servicio es hemipléjica, inválida con una lado débil, cojeando sobre bastones en vez de corriendo rápidamente hacia el reino de los cielos. ¿Cómo puede una iglesia adventista fundada por una mujer de Dios no entender esto?


Sobre el autor: John Mark Reynolds, Rector de la Universidad Bautista de Huston, es citado en Christianity Today (Cristianismo Hoy) con este entendimiento: “Si el Génesis es verdad, si ustedes creen que hombre y mujer son categorías profundas que están unidas en la creación de la humanidad y en la imagen de Dios, entonces fallar al escuchar la voz de las mujeres sobre un tema sería como fallar en escuchar algo que el Espíritu Santo le está diciendo a nuestra generación” (Tomado de Christianity Today, Abril de 2015, p. 36).


Fuente: Esta es una traducción del artículo “Not a Rib”.

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