Como la doctrina de la cabeza promueve el narcicismo

 

Conozco a un hombre que cree que Dios le ha ordenado que controle a su familia. Él está casado con una mujer que ha tenido hijos antes que estuvieran juntos y es una lucha para él permitirles ser ellos mismos porque él siente que necesita supervisarlos. Sus esfuerzos incluyen cerrar con llave la cocina después de la hora de irse a dormir en caso de que los adolescentes quieran un bocadillo y poner un bloqueo en la computadora para que no violen el sábado.

En una ocasión visité su casa y sus hijos más pequeños habían sido enviado a la cama sin cenar porque no habían orado antes de la comida. Su esposa no estuvo de acuerdo y estaba enojada porque sus hijos estaban llorando de hambre, pero ella se sentía impotente para decir algo porque ella creía que su esposa era la cabeza establecida por Dios de la familia y que ella debía obedecerlo. Mi instinto me dijo que ese hombre era un narcisista. Y no puedo pensar en un matrimonio peor que estar casada con un narcisista que cree que Dios quiere que controle a toda su familia, pero eso es lo que pasa cuando un narcisista siente que Dios le ha ordenado que practique el liderazgo masculino como cabeza.

Así que miremos a través de las características del Desorden de Personalidad Narcisista (DPN) y veamos como ellos pueden encajar con la mentalidad del liderazgo masculino como cabeza. Una persona que manifiesta un patrón de cinco de estas características en su vida probablemente pueda ser diagnosticada con DPN.

(Para que conste, yo no soy un profesional y esto no debe ser usado para diagnosticar a alguien. Si tú crees que alguien cercano a ti tiene este desorden, por favor, no confíes en tu propio juicio, sino que encuentra un buen psicólogo)

  1. Tiene un gran sentido de auto-importancia

El liderazgo masculino cree que el hombre es superior o que tiene privilegios sobre las mujeres y justifica e impulsa la mentalidad narcisista. La religión que insiste en el liderazgo masculino como cabeza le atribuye desigualdad a Dios. Jimmy Carter y otros líderes de varias naciones han declarado que la mayoría del abuso hacia las mujeres en el mundo está relacionado con el patriarcado.

  1. Preocupado con Fantasías de Éxito ilimitado, Poder, Brillo, Belleza, o Amor ideal.

Dado que la doctrina de la cabeza enseña que los hombres son de alguna manera superiores a las mujeres, los sueños de las mujeres no son tan importantes como los de los hombres. Si un hombre tiene una tendencia hacía algunos de los sueños narcisistas de esta lista, él puede llegar a imaginar que Dios lo ayudará a realizar estos planes. Esto no significa que Dios no ayude a las personas, pero la racionalización de la mentalidad narcisista tiene a pasar por alto como sus propias metas pueden afectar las vidas de otros. La doctrina narcisista de la cabeza le permite al esposo sacrificar los mejores intereses de los miembros de su familia para satisfacer sus propias necesidades.

  1. Cree que él es “especial” y “único”

Tengo un pariente que cree que ha recibido visiones y sueños de Dios diciéndole que su esposa y sus hijos morirán si no siguen sus consejos religiosos. Los narcisistas que siguen la doctrina de la cabeza a menudo se sienten llamados por Dios para las vidas de sus hijos adultos porque creen que son los únicos que pueden interpretar la Biblia correctamente.

  1. Exigen admiración excesiva.

La doctrina de la cabeza básicamente requiere que toda su familia adore al padre y ande de puntas de pie cuidándose de su temperamento o sus malos hábitos sin decirle nada porque él es la reverenciada cabeza del hogar.

  1. Tiene un muy fuerte sentido de autoridad

¿Qué es más autoritativo que estar en control de toda la familia con todos saltando a sus órdenes? Debido a que los proponentes de la doctrina de la cabeza proclaman que es un mandato de Dios, la mente narcisista alimenta aún más esta fantasía. Las mujeres y niños son abusados y ocultados, mientras que el padre vive como un rey.

  1. Es explotador de otros

El liderazgo como cabeza les da permiso a los hombres a usar a su esposa o sus hijos en cualquier manera que les plazca. Ellos pueden obligar a que sus hijos trabajen o tomar el dinero de sus niños debido a que el padre es dueño de todo y todos en su familia. El esposo es la cabeza así que todas las cosas son manejadas por él y no tiene que responder ante nadie excepto a Dios, y si él no escucha realmente a Dios, entonces no hay límite para el daño que puede hacer.

  1. Le falta empatía

De acuerdo a los autores del libro Empathy Trap (Trampa de Empatía), la falta de empatía es impulsada por espectadores apáticos. En una familia dominada por la doctrina de la cabeza, la necesidad de obedecer a quien tiene el poder desalienta a los miembros de la familia de hablar cuando alguien es abusado. Esto no siempre pasa con todos los defensores de la doctrina de la cabeza, pero si el marido tiene una elevada inclinación narcisista, su falta de empatía fácilmente podría llevarlo a la violencia doméstica. Un hombre que carece de empatía, que tiene control de su familia sin rendirle cuentas a nadie, es una persona muy peligrosa.

8. Frecuentemente envidia a otros

Esto no siempre pasa con los hombres que practican la doctrina de la cabeza, pero puede ser otra fuente de ira y violencia que solo puede ser exacerbada mediante la práctica del liderazgo como cabeza.

9. Regularmente se muestra comportamientos o actitudes arrogantes o altivos.

En la doctrina de la cabeza el orgullo puede ser considerado incorrectamente como honor. La cabeza narcisista de la familia es amenazada cuando una esposa o un hijo insubordinado no está de acuerdo con él. Si él cree que es el único que es el sacerdote en la familia, él puede infligir castigos o abusos espirituales sobre aquellos que no le obedecen. Él puede considerarlos como rebeldes o irrespetuosos si eligen adorar u orar en una forma diferente a la que les ha enseñado. La doctrina de la cabeza mezclada con narcicismo forma una mezcla peligrosa porque esa combinación puede herirte física, emocional y espiritualmente. Les roba a la esposa y a los hijos sus sueños y potencial. Les quita su libertad de crecer y convertirse en quienes Dios quiere que sean y a menudo crea barreras entre los hijos y Dios porque imaginan que Dios es igual a su padre.

No todo los narcisistas creen en la doctrina de la cabeza, y no todos los defensores de la doctrina de la cabeza son narcisistas, pero cuando estos dos se encuentras hay un grave peligro porque la doctrina de la cabeza es verdaderamente el sueño de un narcisista hecho realidad.


Fuente: Esta es una traducción del artículo “How male headship supports narcissism”

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