El Ministerio de las Mujeres en la Iglesia Cristiana Primitiva: Junia

El Ministerio de las Mujeres en la Iglesia Cristiana Primitiva

Por Kathryn J. Riss.

La Escritura menciona una amplia variedad de ministerios de mujeres que eran aprobados por Dios y alabados por la iglesia primitiva. Los puestos del Nuevo Testamento ocupados por mujeres incluían a apóstoles, profetisas, diaconisas, ancianas, viudas y vírgenes. Adicionalmente Pablo menciona una cierta cantidad de mujeres tanto como hombres a los que llama “compañeros obreros”. Estas mujeres eran las colegas del apóstol en el ministerio. El Nuevo Testamento relaciona incluso más actividades ministeriales de mujeres, incluyendo oración, hospitalidad, enseñar y evangelismo.

La Apóstol Junia

En Romanos 16:7 Pablo alaba a una mujer llamada Junia como “destacada entre los apóstoles”. A pesar de las traducciones incorrectas modernas de su nombre como masculino “Junias”, ningún comentador anterior al siglo XIX cuestiona que este apóstol era una mujer[1]. Por ejemplo, Juan Crisóstomo, cuyos escritos a menudo expresan misoginia, escribió de Romanos 16:7 “Oh cuán grande es la devoción de esta mujer que ella debería ser considerada digna del apelativo de apóstol”[2]. Esta unanimidad de testimonio de más de un milenio es particularmente contundente dado que permaneció incluso durante un largo período de erosión del ministerio de las mujeres en la iglesia medieval. La razón por este testimonio es simple: todos los manuscritos antiguos en griego y latín alabando a los apóstoles destacados en Romanos 16:7 dice o “Junia” o “Julia”, ambas formas femeninas.

Tanto Junia como Julia era nombres muy comunes del griego antiguo, mientras que la alternativa masculina sugerida por comentadores modernos no tienen evidencias de manuscritos para apoyarlos. “Junius” y “Junianus”, sugerido por algunos, son perfectamente buenos nombres romanos. ¡Sin embargo, ellos no aparecen en NINGÚN manuscrito antiguo de Romanos 16:7!. Del hipotético nombre “Junias”, Bernadette Brooten escribe: “¿Qué puede decir acerca de Junias un filólogo moderno? Solo esto: que no es atestiguado. Hasta la fecha, ni una sola referencia en la literatura antigua ha sido citada por alguno de los proponentes de la hipótesis de Junias. Mi propia investigación por un testigo se ha probado infructífera. Esto significa que nosotros no tenemos una una sola pizca de evidencia de que el nombre Junias existió alguna vez”[3]. Noten que Brooten no solo está hablando de la falta de este nombre en manuscritos del Nuevo Testamento, ¡sino en cualquier manuscrito antiguo, griego o latino, secular o sagrado!

Ciertos manuscritos primitivos contienen una variante del nombre que es también femenina. “Julia” es encontrada en P46, IT, COP, ETH y Ambrosiaster. El manuscrito P46 es un papiro fechado alrededor del 200 d.C., es uno de los más antiguos y confiables manuscritos griegos del NT que existen. En Romanos 16:7, el P46 dice “Julia”, que solo puede ser femenino. ¿Qué significa esto? Que en Romanos 16, San Pablo alaba a una mujer apóstol digna de mención. También significa que los traductores que pensaron que una mujer apóstol era inaceptable inventaron el nombre “Junías” para sustituir con sus propias palabras la Palabra de Dios. Esto es cuán importante limitar la libertad de la mujer ha sido para los religiosos legalistas. Encontraremos que esta actitud y práctica ha sido demasiado común.

¿Qué dice la Biblia? Pablo llama a Junia su pariente y compañera de prisión. Al igual que Pablo, ella había sufrido persecución y encarcelación por el Evangelio. Evidentemente, su ministerio y fe habían sido conocidas incluso fuera de la iglesia. Algunas veces olvidamos que los primeros cristianos tuvieron que sufrir bajo el puño de hierro de la Roma pagana por proclamar que Jesucristo es el Señor. Para Junia y Andrónico (quizás su esposo), ser apóstol no era un asunto de privilegio, sino de prisión.

De acuerdo con Romanos 16:7, Junia se había convertido al cristianismo antes que Pablo mismo. Dado que su conversión ocurrió solo unos pocos años después de la Resurrección de Cristo, Junia debe haber sido una de las primeros conversas al cristianismo y probablemente una de los fundadores de la iglesia en Roma. Ella puede haber viajado a Jerusalén para la Pascua y presenciado la crucifixión y más tarde, la ascensión de  Cristo resucitado. O quizás ella era una de las “visitantes de Roma, tanto judíos como prosélitos” que se convirtieron por las mujeres y hombres que, llenos del Espíritu de Dios, proclamaron “las maravillosas obras de Dios” en el Pentecostés. Nosotros sabemos que la iglesia en Roma estaba bien establecida antes de que Pedro y Pablo viajaran allí (Romanos 1:7-13)

Pablo escribe que después de su resurrección Cristo se apareció a 500 “hermanos” en una ocasión y después a todos los apóstoles, la mayoría de los cuales aún vivían (1 Cor, 15:5-7). En griego el término “hermanos” es genérico, una expresión figurativa para todos los cristianos[4]. Noten también que en el pasaje de 1 Corintios 15:5-7, los “apóstoles” que presenciaron a Cristo resucitado son distintos de los Doce.

Pablo se llama a sí mismo “el menor de los apóstoles, que no merece ser llamado un apóstol porque perseguí a la iglesia” pero llama a Junia como “destacada entre los apóstoles”. Sería maravilloso conocer más acerca de Junia, Andrónico y los fundadores de la iglesia en Roma, pero este cuerpo de creyentes fue grandemente exterminado durante las persecuciones de Nerón, y su historia murió con ellos.
¿Qué sabemos acerca de los apóstoles? De acuerdo con el Nuevo Testamento, los apóstoles son dados por Dios[5], son hacedores de milagros[6], testigos que proclamaron la resurrección de Cristo[7], fundadores y líderes de iglesias[8], predicadores[9], maestros[10], discípulos[11], y administradores financieros de la iglesia[12]. Mientras que no todos los apóstoles estaban necesariamente involucrados en todos estos ministerios, no hay razón para pensar que una apóstol reconocida como Junia le estaba impedido hacer algo de esto. A diferencia de muchas iglesias actuales, los creyentes del primer siglo honraban a las mujeres ministras que dios les había dado. Aquellos que disminuyen la contribución de Junia deberían recordar que Pablo no se refiere a ella como una apóstol menor, sino al contrario, la alaba como  destacada entre los apóstoles.

Ella era tan destacada como apóstol que los paganos y judíos perseguidores de cristianos la veían como alguien peligrosa y la encarcelaron para evitar que contribuya a su misión apostólica –sin éxito aparentemente, porque ella y Andrónico habían sido liberados y estuvieron valientemente continuaron ministrando en la iglesia en Roma cuando Pablo envió su epístola allí.

 


Fuente: Este artículo es una traducción de “Women’s Ministries in the Early Church” por Rev. Kathryn J. Riss

 


Referencias

[1] Bernadette Brooten, “Junia. . . Outstanding among the Apostles” A Catholic Commentary on the Vatical Declaration (New York: Paulist Press, 1977), 141.

[2] Chrysostom, Homily on Romans 16, in Philip Schaff, ed, A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, vol. II. (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1956), 555.

[3] Brooten, “Junia. . . Outstanding among the Apostles” A Catholic Commentary on the Vatical Declaration. (New York: Paulist Press, 1977), 142.

[4] Bauer Arndt Gingrich Greek English Lexicon of the New Testament article on adelphos p.15-16.

[5] Lucas 11:49; 1 Corintios 12:28; Efesios 4:11

[6] 2 Corintios. 12:12; Hechos 2:43

[7] Hechos 4:33

[8] Hechos 4:37; 15:4; 1 Corintios 12:28

[9] 1 Timoteo 2:7 and 2 Timoteo 1:11

[10] 2 Pedro 3:2;  Judas 17; Hechos 2:42

[11] Efesios 4:12-13

[12] Hechos 4:34-37

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