3 Razones por las cuales el poder no importa en la Trinidad

3 Razones por las cuales el poder no importa en la Trinidad

Por Nelson Fernandez Jr.

Escribir sobre la Trinidad no es un tema fácil. En realidad, es uno de los temas más controversiales de los cuales se puede escribir. Desde el primer siglo d.C., la mayoría de los cismas, herejías y discusiones dentro de la iglesia cristiana han tenido algo que ver con la Trinidad.

Este ha sido el caso especialmente en lo que respecta a la Cristología (el campo de estudio que trata con la naturaleza y persona de Jesús en relación a los demás miembros de la Trinidad: Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo).

Voy a intentar resolver un debate de 2.000 años de antigüedad de la iglesia cristiana en menos de 2.000 palabras. Lo que haré es compartir con ustedes tres razones por las cuales yo creo que el poder no importa en la Trinidad (pero que nos importa a nosotros hoy).

  1. Dios es amor

Si, sé que suena muy cliché, pero uno de los versículos en la Escritura que revela mejor la naturaleza fundamental de Dios se encuentra en 1 Juan 4:8

“El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”

Seguro, ya has escuchado que “Dios es amor” muchas veces, pero ¿qué significa eso realmente? Un lugar en donde empezar es aquí: ¿Cómo expresamos y experimentando el amor como personas?

Tim Keller, en su fantástico libro Oración: Experimentando Asombro e Intimidad con Dios, toma el concepto del amor y extrae una idea importante:

Si Dios fuera impersonal, como las religiones orientales enseñan, entonces el amor –algo que solo puede suceder entre dos o más personas- no sería más que una ilusión. Incluso podemos ir más allá y decir que si Dios fuera solo unipersonal, entonces el amor no hubiera existido sino hasta que Dios comenzó a crear seres humanos. Eso significaría que Dios era fundamentalmente poder, más que amor. Y el amor no sería tan importante como el poder. (p. 50)

Si antes de la Creación Dios era un solo ser, solo en el universo, sin nadie a quien amar (pero definido como amor), ¿a quién podría amar si no a sí mismo? Lógicamente, él hubiera necesitado crear a otros seres para experimentar la clase de amor como lo comprendemos actualmente (nuevamente, definido como algo que solo pasa entre dos o más personas).

Si Dios fuera unipersonal y aun así amor, no sería más que un amor narcisista.

“Amor”, en este caso, sería un medio para un fin, para que otros lo amen como él se ama a sí mismo.

No obstante, la doctrina cristiana de la Trinidad enseña que hay un Dios en tres personas que se han conocido y amado desde antes del albor del tiempo. Esto significaría que Dios siempre ha tenido dentro de sí mismo una relación perfecta, igual y satisfactoria. Tal como Keller dice:

Dios es, por lo tanto, infinita y profundamente feliz, lleno con gozo perfecto, no alguna clase de tranquilidad abstracta sino por la alegría activa de las relaciones dinámicas de amor. (p. 67)

Esto me lleva a la segunda idea:

  1. Debido a que Dios es amor, Él está enfocado principalmente en los demás.

Keller, esta vez citando a Jonathan Edwards, un famoso pastor y teólogo, compartió esta filosofía:

Edwards argumentó en su Disertación acerca del Fin por el cual Dios creó al Mundo, que la única razón que Dios tendría para crearnos no sería para conseguir una relación cósmica de amor y alegría (porque ya tenía es), sino para compartirla. Edwards mostró cómo es completamente consistente para un Dios triuno –que está “orientado en los demás”- en su misma esencia, que busca gloria solo al darla a otros –para comunicar la felicidad y delicia de su propia perfección y belleza divinas a otros. (p. 68)

En este mundo, el amor es el principal agente impulsor. Todos los miembros de la Deidad trabajan juntos con la meta en mente de compartir su amor.

Algunas personas argumentan que la Trinidad tiene una jerarquía intrínseca dentro de sí misma con el Hijo eternamente subordinado al Padre y el Espíritu Santo eternamente subordinado a ambos.

Sin embargo, incluso la discusión de quién está “a cargo de los demás” dentro de la Trinidad crea dos problemas:

  1. Socava el mismísimo principio de amor sacrificial. Nunca he visto una relación saludable entre amigos o novios donde uno tiene que reafirmar su autoridad para conseguir que se produzca un acuerdo. En contraste, el Nuevo Testamento manda que tanto los esposos y esposas tienen que someterse uno al otro (Efesios 5:21). Es importante no confundir rol con posición. La idea de que los miembros de la Deidad son iguales no elimina las funciones o roles de cada miembro (i.e. el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen roles y personalidades diferentes); sin embargo, si significa que no tienen una jerarquía, pues trabajan como iguales.
  2. La práctica viene con la creencia. Consideren el hecho de que la iglesia primitiva se puso a decidir quién tenía más poder dentro de la trinidad al mismo tiempo en que se comenzó a preguntar quién tiene más poder dentro de la iglesia… lo cual eventualmente llevó al establecimiento del papado.

Nuevamente, la naturaleza inherentemente abnegada en una relación saludable parece fuera de lugar en una discusión acerca de qué miembros de la Deidad está “eternamente subordinado” a los demás.

Las discusiones acerca de la jerarquía en la Trinidad están trabajando desde un paradigma de poder en vez de uno de amor.

Debido a que el amor abnegado es la base de la ley y el carácter de Dios, es que el libre albedrío (y potencialmente el mal) puede existir. Si Dios es nuestro Creador y nos ama, el libre albedrío debe necesariamente ser dado a la creación para permitir la libertar de devolver o rechazar ese amor. No puedes obligar a alguien a amarte.

En serio, esta idea de amor debería transformar nuestra manera de amar el mundo, nuestro evangelismo, discipulado y misión.

Los cristianos, llamados a reflejar el carácter de Dios en este mundo, no son llamados a servir a otros con alguna motivación oculta o para recibir algo a cambio (dinero, conversión, bautismo, etc.). Somos llamados a amar a otros por causa misma del amor. Punto.

  1. Cuando minimizamos o exageramos la autoridad que Dios posee intrínsecamente, surgen ideas distorsionadas de Dios

Hay dos errores en los que las personas pueden caer cuando miran el equilibrio del amor y el poder de Dios. No hay duda que Dios haba una y otra vez acerca del poder que Dios posee inherentemente. En realidad, casi toda la segunda mitad del libro de Job muestra a Dios recordándoles a todos que él tiene un poder inimaginable.

Sin embargo, cuando enfatizamos en sobremanera el poder por sobre el amor, o viceversa, abrimos la puerta para ver a Dios como un dictador legalista y totalitario, o nada más que una figura paternal senil que tiene una buena disposición hacia todos.

Aunque parecería que a veces la Biblia muestra una imagen de Dios como una deidad fuerte o como un padre amoroso en otras ocasiones, cuando las personas se quedan con una sola imagen, comienzan a arruinar la verdadera imagen del carácter de Dios. Consideren lo que Keller dice acerca de que esto y cómo se relaciona a la oración:

Si se lo permitimos, nuestros corazones tenderán a crear un dios que no existe. Las personas de culturas occidentales quieren un Dios que sea amoroso y perdonador, pero no santo y trascedente. Los estudios de las vidas espirituales de los adultos en países occidentales revelan que sus oraciones generalmente están desprovistas de arrepentimiento y del gozo de ser perdonados. Sin oración que apelen al Dios de la Biblia, podemos estar hablando no con el Dios verdadero, sino con lo que queremos que Dios sea para nosotros. (p. 62)

Dejando esto de lado, al final del día, la información acerca de cómo es Dios, no es suficiente. Así como es cierto que nuestras padres biológicos no siempre estarán en nuestras vidas, tener conocimiento de que Dios es amor y de que Él nos ama, no significa nada a menos que sea relevante para la relación que tenemos con él.

En la Trinidad, el poder no es lo que más importa, sino el amor. Y Dios quiere que experimentemos ese amor hoy.


Fuente: http://www.thehaystack.org/#!3-Reasons-Why-Power-Doesnt-Matter-in-the-Trinity/jl02s/579fe5470cf214576cee0be0

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