Ordenación de la Mujer: ¿Seremos guiados por ángeles o demonios?

Ordenación de la Mujer: ¿Seremos guiados por ángeles o demonios?

Por Ty Gibson

 

El Adventismo se está calentando mientras nos aproximamos al Congreso de la Asociación General en Texas, durante el cual se realizará una votación sobre la ordenación de la mujer. En todos mis años como miembro de esta iglesia que amo, nunca he visto tantas de nuestras personas tan animadas porque ningún otro asunto.

Estaría tan bien si nos volviéramos tan apasionados, integrados, encendidos y movilizados acerca de liberar a esclavos sexuales, alimentar a los hambrientos, visitar a los enfermos, y llevar el evangelio de Cristo a los incontables millones que nunca han mirado con asombro y sin aliento a su hermoso corazón de amor redentor.

Pero ese es otro tema para otro momento…creo.

Por el momento nosotros estamos enérgicamente debatiendo si está bien para Dios que las mujeres reciban la imposición de manos oficial de la iglesia en reconocimiento de su llamado para ir a enseñar y bautizar en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Así que mientras continuamos involucrados en este debate, podríamos hacer una pausa y reflexionar en unas pocas ideas sobrias de una mujer que Dios inspiró para decirnos algunas cosas bastante directas.

Prepárense.

Cuando nuestra Iglesia estaba involucrada en otro debate teológico hace bastante tiempo atrás, Elena de White publicó esta advertencia a los debatientes:

“El espíritu con el cual os aboquéis a la investigación de las Escrituras determinará el carácter de los que os asistan. Ángeles del mundo de la luz estarán con los que con humildad de corazón buscan dirección divina. Pero si la Biblia se abre con irreverencia, con un sentimiento de suficiencia propia, si el corazón está lleno de prejuicio, Satanás estará a vuestro lado y colocará las declaraciones sencillas de la Palabra de Dios en una luz pervertida.

Hay algunos que tratan con ligereza, usando el sarcasmo y aun la burla, a los que difieren de ellos. Otros presentan una colección de objeciones a cualquier interpretación nueva, pero cuando estas objeciones son claramente contestadas por las palabras de las Escrituras, no reconocen la evidencia presentada ni admiten estar convencidos. Sus preguntas no tenían el propósito de llegar a la verdad, sino la mera intención de confundir la mente de los demás.” (Testimonios para los Ministros, p. 108)

Esto esencialmente significa que si nos involucramos en el estudio de la Biblia para sustentar una opinión preestablecida, o con una actitud arrogante, o con una elección de palabras direccionada a denigrar a aquellos que difieren con nosotros, ese mismo espíritu,  o la orientación de las mentes, repelen a los ángeles santos e invitan a Satanás a guiarnos en nuestras formulaciones teológicas y en nuestras conclusiones. Si yo posiciono mi postura sobre un tema con acusaciones de infidelidad y apostasía contra aquellos con los que difiero, entonces el Espíritu Santo no tiene otra elección más que retirarse y desasociarse de mi proceso de estudio. Satanás, entonces, se mueve al lugar vacante y se convierte en un “asistente” invisible a mi lado. Como resultado, yo extraeré de la Escritura perspectivas incorrectas que tienden a dividir antes que a unir al pueblo de Dios.

Mientras que todos nosotros exageramos sobre el asunto de la ordenación de la mujer, Dios está más interesado en el espíritu con el cual nos relacionamos unos con otros en este asunto. Mientras nos enfocamos en probar que nuestro lado es el correcto y el otro el equivocado, esto es lo que el universo celestial está buscando:

“La gracia de Cristo debe moldear todo el ser, y su triunfo no estará completo hasta que el universo celestial sea testigo de una ternura habitual de los sentimientos, de un amor como el de Cristo y de obras santas en el comportamiento de los hijos de Dios” (La Maravillosa Gracia de Dios, p. 235)

Mientras que dibujamos líneas de batalla en la arena dentro de la iglesia, el cielo estaría lleno de gozo si nosotros simplemente nos amáramos unos a los otros en nuestro proceso de debate.

“La iglesia de Cristo, débil, defectuosa como puede parecer, es el objeto sobre la tierra sobre la cual Él otorga, en un sentido especial, su amor y su consideración. La iglesia es el teatro de su gracia, en la cual Él se deleita en efectuar transformaciones tan maravillosas que los ángeles las miran con asombro y alegría. El Cielo se llena de regocijo cuando los miembros de la familia humana son vistos llenos de compasión uno por el otros, amándose entre sí como Cristo los ha amado” (Special Testimonies To Battle Creek Church [Testimonios Especiales a la Iglesia de Battle Creek], pp. 18-19).

Mientras que estamos ansiosos por reformar a otros, a Dios le gustaría mucho que nos abstengamos de hacerlo con expresiones ásperas y censuras exageradas:

“Los ángeles toman nota de nuestras acciones, de nuestras palabras, del espíritu con el cual actuamos. Aquellos que desean reformar a otros deben comenzar la reforma en sus propios corazones, y mostrar que han adquirido benignidad y humildad de corazón en la escuela de Cristo. Los que tienen a otros a su cargo deben aprender a dominarse a sí mismos, a abstenerse de proferir expresiones bruscas y censurar con exageración.” (Alza tus ojos, p. 57)

Mientras que recurrimos a frases cortantes para triunfar con palabras sobre aquellos con quienes no estamos de acuerdo, Dios desea que seamos genuinamente amables mientras conversamos, y que protejamos la reputación del otro mientras dialogamos:

“La verdad se propone santificar a quien la recibe, moldear a todo el hombre, tanto externa como internamente, al humillar el orgullo y disponer su corazón para ser amable, bondadoso y condescendiente. Sí, la religión de Cristo es un sistema de la más verdadera cortesía, y sus triunfos son completos cuando el mundo puede contemplar a un pueblo que profesa la piedad presentando un frente unido, a creyentes que manifiestan una habitual ternura de sentimientos y bondad de conducta y sincera consideración por la reputación de los demás.” (Nuestra Elevada Vocación, p. 239)

Mientras nosotros discutimos los grandes males que creemos que se están infiltrando dentro de la iglesia desde la cultura popular, hay un gran más presente entre nosotros que rara vez mencionamos

“Entre nuestro pueblo existe el gran mal de dar rienda suelta a los pensamientos, de poner en duda y criticar todo lo que otros hacen, hacer una montaña de un grano de arena, y pensar que sus propios métodos son los correctos, mientras, si se encontraran en el mismo lugar que su hermano, tal vez no harían ni la mitad de lo que éste hace. Para algunos es tan natural encontrar errores en lo que otro hace como lo es respirar. Han formado el hábito de criticar a los demás, cuando ellos mismos son quienes debieran ser censurados y su manera impía de hablar y sus sentimientos duros debieran ser quemados de sus almas por el fuego purificador del amor de Dios…

Una persona que permite que la sospecha o la censura recaigan sobre sus compañeros en la obra, mientras no reprocha a los que se quejan ni presenta fielmente el asunto a la persona afectada, está realizando la obra del enemigo. Está regando la semilla de la discordia y la dificultad, cuyo fruto encontrará en el día de Dios…” (Consejos sobre la Salud, pp. 294-295)

Mientras que nosotros imaginamos que la cosa más vital para la iglesia es ser realmente correcto, Dios está esperando que nuestras correcciones estén cargadas con amor hacia el otro.

“La vida de Cristo era una vida llena con un mensaje divino del amor de Dios, y él ansiaba intensamente impartir este amor a otros en una rica medida. Su semblante resplandecía de compasión, y su conducta se caracterizaba por la gracia, la humildad, la verdad y el amor. Cada miembro de su iglesia militante debe manifestar las mismas virtudes, si quiere unirse a la iglesia triunfante.” (Eventos de los Últimos Días, pp. 55-56)

Mientras que nosotros estamos preocupados con que si la cultura pecaminosa del mudo incrédulo alrededor nuestro se está infiltrando dentro de la iglesia o no, Dios ha estado anhelando que nosotros le mostremos al mundo algo que los atraerá con un poder más poderoso que simplemente decirles a ellos cuán equivocados están:

“Desde el principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia…  el despliegue final y pleno del amor de Dios.” (Los Hechos de los Apóstoles, p. 9)

Aparentemente, es posible tener la razón en todas las maneras equivocadas.

Así que esto es lo que le he estado diciendo a mi yo pecaminoso en cada paso del camino en la agitación de la ordenación de la mujer, y se los comparto a ustedes como su hermano en Cristo:

Yo puedo tener la razón en mi opinión sobre el tema, o puedo estar equivocado, pero independientemente de si estoy teóricamente equivocado o tengo la razón, es imperativo que sea correcto, por la gracia de Dios, en mi espíritu hacia aquellos con los que difiero, especialmente hacia aquellos con los que difiero.

Padre de puro amor, por favor, Padre, dame tu amor, madurez en mi alma hacia aquellos que ven las cosas de una manera diferente que yo. Espíritu Santo, inunda mi espíritu con tu dulce afecto hacia aquellos que no están de acuerdo conmigo. Hermoso Jesús, embellece mi corazón con los sentimientos tiernos que tu sientes hacia todos nosotros.

 


Fuente: Esta es una traducción del artículo de Ty Gibson: “Women’s ordination: shall angels or demons guide us?”

7 thoughts on “Ordenación de la Mujer: ¿Seremos guiados por ángeles o demonios?

  1. me he preguntado porqué esta vehemencia inusitada tal como describe el autor. Creo que tiene que ver con la esencia del cristianismo y no simplemente con un asunto no doctrinal. Las mujeres padecemos día a día el pensamiento y la voluntad jeràrquica, machista y misógina dentro de la fe. Y otros ven amenazados su poder, su reinado y su impunidad para seguir actuando de esa manera. Es decir la esencia del cristianismo es lo que se pone en evidencia. Y estoy convencida que Dios està purificando su iglesia ya que este asunto ha sacado a relucir la queja por la opresión (en todas sus formas) y la avidez de poder (en todas sus formas). Tanto uno como lo otro es el pan nuestro de cafa día y ahora ha quedado en evidencia. Lejos de der un tema menor es la esencia del cristianismo.

  2. El Dr. George Knight, profesor emérito de historia de la Iglesia en el Seminario Teológico Adventista, es un importante historiador, escritor y educador. Él es considerado como el autor Adventista más vendido en los últimos 30 años y es una de las voces más influyentes en la denominación. Todos deben escuchar su sermón del 20 de junio (“El significado bíblico de la ordenación”) (subtitulado en español): http://EqualOrdination.com/george-knight-spanish/

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