Kefale y “Primacía Masculina” en las Epístola de Pablo

 Kefale y “Primacía Masculina” en las Epístola de Pablo

Los significados metafóricos de “Cabeza” en las epístolas de Pablo

 

En Colosenses 1:18 Pablo escribe:

“[Cristo] es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia”

La idea principal en este pasaje de Pablo de donde este versículo proviene (Col. 1:15-18) es para mostrar que Jesús es el creador, la fuente, el origen y el principio de todo en el universo. Esto incluye a Jesús como la fuente y “autor” de la Iglesia. Pablo usa la palabra kefalé (cabeza) en este contexto, el contexto de fuente y origen[1].

En español la palabra “cabeza” tiene muchos significados. Un significado metafórico de cabeza es “líder” o “jefe”. En español, la “cabeza” de una organización es el líder, la persona más importante. En el griego koiné, el griego del Nuevo Testamento, la palabra kefalé (cabeza) también tiene significados metafóricos; sin embargo, “líder” o “jefe” usualmente no es uno de ellos.

Cuando el griego koiné dejó de ser usado (alrededor del 300 d.C.), el significado de kefalé en koiné dejó de ser tan conocido y muchos cristianos equivocadamente asumieron que la palabra griega kefalé, en el Nuevo Testamento, podía significa “líder” o “jefe” y así lo hacen el griego bizantino y moderno[2].

Una pieza de evidencia muy convincente de que kefalé usualmente no significa “líder” en el griego koiné es que el LSJ, uno de los lexicones más exhaustivos de griego antiguo, no incluye ninguna defición de kefalé que se aproxime a “líder” o “autoridad”.

Otra pieza de evidencia convincente es encontrada en la Septuaginta, la traducción del Antiguo Testamento hebreo al griego alrededor del siglo II o III a.C. Cuando la palabra hebrea para “cabeza” (rosh) significa una cabeza literal, los traductores invariablemente traducen rosh como kefalé. Sin embargo, en hebreo, al igual que en el español, “cabeza” también puede significar líder o gobernante. En los casos donde rosh significa líder, en la mayoría de los casos, los traductores no usaron la palabra kefalé en su traducción, sino que usaron la palabra griega archon (que si significa gobernante o líder). Parecería que la mayoría de los traductores de la Septuaginta sabían que kefalé no significa usualmente líder, gobernante o autoridad[3].

Además, la palabra hebrea rosh, al igual que las palabras en griego y español para “cabeza”, también puede significar “origen”. Kenneth Bailey escribe:

El año nuevo judío es celebrado como Rosh Hashanah, “la cabeza del año”. El primer día del año no tiene “autoridad sobre” el resto del año. Más bien, el año “fluye desde” ese primer día. En el Antiguo Testamento “El temor del Señor es la cabeza (rosh) de la sabiduría” (Sal. 111:10). Las traducciones al español usualmente dicen “El temor del Señor es el principio de la sabiduría”[4].

Desafortunadamente, muchos cristianos simplemente han asumido que “cabeza” significa “autoridad” en 1 Corintios 11:3 y Efesios 5:23, y muchas iglesias continúan enseñando esta interpretación incorrecta.

¿Liderazgo o Cuidado Amoroso en el Matrimonio?

Pablo es el único escritor bíblico en decir que la kefalé (cabeza) de la mujer es el hombre. Él lo dice en dos ocasiones: una en 1 Corintios 11:3 y otra en Efesios 5:23.

1 Corintios 11:3 no trata acerca de la relación matrimonial. La mayoría de las traducciones al español usan la palabra “hombre” y “mujer”, en vez de “esposo” y “esposa” para reflejar esta opinión[5]. 1 Corintios 11:3 tampoco se trata de cadenas de mando[6]. El uso de kefalé en este versículo tiene el significado de “fuente”, un hecho que varios padres de la iglesia pueden atestiguar[7].

Esto deja un solo versículo. Efesios 5:23 es acerca del matrimonio. Me asombra que la Iglesia haya desarrollado una fuerte y difundida doctrina de “primacía masculina” basada en solo este versículo de la Biblia. (Presten atención a que en ninguna parte de la Escritura se nos enseña que el hombre es la cabeza de la casa[8])

En Efesios 5:23 Pablo escribe:

“Porque el esposo es la kefalé de la esposa así cómo Cristo es la kefalé de la iglesia, su cuerpo…”

En el pasaje donde este versículo aparece (Efe. 5:21-33), el señorío y la autoridad de Jesucristo no son mencionadas, ni tampoco se mención alguna clase de “autoridad del esposo”. Pablo no les dice a los esposos que sean los líderes, o que estén a cargo, en realidad, Pablo insta a los esposos a amar y cuidar abnegadamente a sus esposas. Amor y cuidado, es el contexto de Efesios 5:25-33, no liderazgo. Los esposos deben amar y cuidar a sus esposos tal como Jesús ama y cuida a la iglesia. Parecería que, así como Cristo es el sustentados y fuente (kefalé) de nutrición para la iglesia, el esposo debe ser el sustentador y fuente (kefalé) de nutrición para su esposa.

¿Autoridad o asociación en Efesios 5?

El concepto de kefalé posee la connotación de pertenencia, asociación y conexión. Una cabeza no es nada sin el cuerpo, y viceversa. Además, la cabeza y el cuerpo tienen una afinidad y son parte de la misma unidad (cf. Col. 2:19). Como una ilustración, Suzanne McCarthy indica que podemos decir que un hombre es el amo de un perro, pero no podemos decir que un hombre es la cabeza de un perro. El hombre no es del mismo género o especia que el perro. Decir que un hombre es la cabeza de un perro, simplemente no es correcto porque los hombres y los perros son diferentes. El esposo y la mujer, sin embargo, no solo son de la misma especie, sino que sin esencialmente iguales. La afinidad e igualdad significan que el esposo puede ser el kefalé de la esposa en el sentido metafórico griego de la palabra. Este sentido de la palabra hubiera sido entendido por la audiencia greco-romana de Pablo en Éfeso.

Muchos filósofos y escritores griegos, como Plutarco, enseñaron que los esposos son los líderes y gobernantes de sus esposas. En contraste, ningún autor bíblico, incluyendo a Pablo, ha afirmado que el esposo debe ser el líder, gobernante o autoridad sobre la esposa[9]. En vez de usar alguna de las muchas palabras griegas que pueden significar gobernante, líder o autoridad[10], Pablo usó la palabra kelafé para resaltar la conectividad entre el esposo y la esposa[11]. Pablo quería que los esposos conectaran y se asociaran con sus esposas. De la misma manera, Pablo instruyó a las esposas que sean cooperativas, ayudadoras y leales, es decir, sumisas, a sus propios esposos[12]. Pablo escribió que los esposos y las esposas debían estar unidos, juntos, una carne. Unidad, afinidad, fidelidad e igualdad son los ideales en el matrimonio cristiano. Estas cualidades estaban ausentes en muchos matrimonios en la sociedad greco-romana, así que Pablo vio que era necesario escribir acerca de los ideales cristianos del matrimonio en sus epístolas.

¿La supremacía o fuente en la creación?

Muchas cristianos argumentan que los hombres (y esposos) tienen primacía o supremacía sobre las mujeres (y esposas) porque el primer hombre fue la kefalé, la fuente o principio, de la primera mujer (cf. 1 Cor. 11:3)[13]. Sin embargo, es importante recordar que el primer hombre estaba completamente pasivo cuando la primera mujer fue creada. De hecho, el primer hombre estaba en un sueño profundo y probablemente no tenía ninguna idea de que Dios estaba removiendo una parte de él para formar a la primera mujeres a partir de ella.

Le damos a Jesús el honor y la alabanza por ser el creador, el sustentador y la fuente del universo. El hombre, sin embargo, no puede tomar ningún crédito o privilegios extras por la creación de la mujer o por ser primero. La primera mujer, así como el primer hombre, fue creada y hecha por Dios mediante Jesús. Dios es nuestra fuente suprema (1 Co. 11:12). Además, tanto el hombre como la mujer fueron hechos a la imagen de Dios y ambos fueron hechos para gobernar la creación de Dios.

El registro de Génesis 2 no revela ninguna pista de privilegio masculino, primacía, o autoridad por virtud de que el hombre fuera creado primero (a pesar de que se afirma lo contrario). Sin embargo, el hombre fue creado primero y este hecho necesitaba ser explicado a los gentiles recién convertidos, muchos de los cuales pueden haber mantenido mitos paganos acerca de la creación de varios hombre, mujeres y dioses. Una doctrina equivocada de los orígenes de la humanidad tiene el potencial de llevar a otros a otras creencias, prácticas y conductas equivocadas[14].

¿Patriarcado o Mutualidad en el Matrimonio?

Muchos cristianos erróneamente creen que la palabra kefalé transmite el significado de autoridad, y ellos interpretan Efesios 5:23 y 1 Corintios 11:3 para decir que los esposos deben tener autoridad sobre las esposas. Algunos se explayan en su interpretación y entendimiento de kefalé aún más y afirman que los esposos y padres son las autoridades espirituales en el hogar, y que las esposas y madres no tienen autoridad espiritual propia. Pablo nunca da pistas de esta doctrina. La única vez que la palabra para autoridad (exousia) es usada en el Nuevo Testamento en el contexto del matrimonio es en 1 Corintios 7:4 donde se dice “La esposa no tiene autoridad (o libertad) sobre su propio cuerpo sino su esposo. De la misma manera, el esposo no tiene autoridad (o libertad) sobre su propio cuerpo sino su esposa”. En el versículo siguiente Pablo añade “No se nieguen el uno al otro excepto por consentimiento mutuo y por un tiempo…” Yo tomo 1 Corintios 7:4 como que un hombre o mujer casado no puede elegir convertirse en célibe sin el permiso de su pareja (tal como algunos cristianos efesios parecían estar haciendo), o tener relaciones sexuales con quienes deseen, dado que el cónyuge tenía el derecho exclusivo –exousia- de tener relaciones sexuales son su propio cónyuge.

1 Corintios 7:4-5 muestra que, en vez de que el esposo sea la autoridad o quien toma las decisiones, Pablo esperaba que los esposos y esposas tomaran decisiones mediante el consentimiento mutuo. La noción de que el esposo debe ser el árbitro y tomar las decisiones finales, o tener la palabra final sobre un asunto, es ficticia y simplemente no tiene base bíblica.

Nunca he podido entender porque los complementaristas creen que en el matrimonio, cuando hay solo dos personas –el esposo y la esposa- debe haber un líder. Organizaciones más grandes si necesitan líderes para funcionar efectivamente, pero una pareja, donde el esposo y la esposa son varadamente iguales, no necesita una persona que siempre sea el líder y otras personas que siempre sea la seguidora. Además, parece inefectivo (e innecesario) cargar al esposo/padre con la responsabilidad principal de la vida familiar cuando él tiene una esposa capaz con quien él puede juntamente compartir el liderazgo y la responsabilidad.

Conclusión

“Primacía” es un término que no aparece en la Biblia, pero aun así la idea de una “primacía masculina” (i.e. autoridad masculina) ha sido parte del dogma de la Iglesia por siglos. Esto se debe a que muchos han interpretado la Escritura mientras son influencias por la cultura patriarcal prevaleciente. Dios ha tolerado el patriarcado en el pasado, y él continúa tolerándolo, pero la verdadera igualdad y mutualidad son los ideales bíblicos que la gente del Reino de los Cielos debería buscar. La “primacía masculina” no refleja el mensaje del evangelio de libertad e igualdad para todas las personas.

En vez de enseñar el concepto de “primacía masculina”, tal como muchos lo han entendido. Pablo y otros autores del Nuevo Testamento sembraron las semillas de ideas para un Cristianismo sin castas donde todas las personas, independientemente de la etnia, el género o estatus socioeconómico, son considerados como iguales, y ninguna persona, simplemente basándose en la raza, género o nivel económico puede ser discriminada o recibir privilegios (Gal. 3:28). Trágicamente, la Iglesia ha sido vendada por la cultura del patriarcado y el privilegio masculino, y ha estado terriblemente lenta para darse cuenta que la idea del evangelio es la verdadera igualdad. Es tiempo para que la Iglesia se quité las vendas y mire nuevamente a lo que Jesús, Pablo y otros enseñaron acerca de los hombres y mujeres y el matrimonio en el Nuevo Testamento.


Referencias

[1] Otros versículos que muestran a Jesús como el principio, origen, Fuente o instigador de la creación:

“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:3)

“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.” (Juan 1:10)

“en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Hebreos 1:2)

[2] Nuestro conocimiento del griego helenístico ha mejorado dramáticamente con el descubrimiento de grandes cantidades de papiros antiguos a fines del siglo XIX y comienzos del XX (y más continúan siendo descubiertos). Estos papiros nos han ayudado a comprender mejor los significados y usos de muchas palabras griegas antiguas, incluyendo la palabra kefalé.

[3] Aunque rosh es usada unas 155 veces como “jefe” de una tribu en el Antiguo Testamento hebreo, donde sea que este uso es traducido en la Septuaginta (LXX), en el griego es archon o archegos (gobernante) en vez de kefalé (con solo 4 excepciones). Dado que los traductores han traducido típicamente rosh como “jefe” o “gobernante” con una palabra que no es kefalé, en el uso secular del griego carece de este significa, es probable que el uso de Pablo de kefalé conlleve otro significado en vez de “jefe” o “gobernante” (Ralph F. Wilson). Andrew Perriman identifica 11 casos en la Septuaginta donde rosh, a primera vista, puede parecer que significa líder o gobernante, y es traducida como kefalé.

Gordon D. Fee escribe:

“De hecho el significado metafórico de kefalé (“cabeza”) con el significado de “jefe” o “persona del rango más elevado” es raro en la literatura griega, tanto que incluso aunque la palabra hebrea rosh a menudo conlleva este sentido, los traductores griegos de la XII, que comúnmente usaban kefalé para traducir rosh, casi nunca lo hicieron cuando tiene el sentido de “gobernante”… La comprensión de Pablo de la metáfora, y casi seguramente la que los corintios hubieran entendido, es “cabeza” como “fuente”, especialmente “fuente” de vida. Fee, The First Epistle to the Corinthians (Eerdmans, 1987) 502-503.

[4] Kenneth E. Bailey, Paul Through Mediterranean Eyes: Cultural Studies in 1 Corinthians (Downers Grove: InterVarsity Press, 2011) 302.

[5] La palabra griega aner significa “hombre” o “esposo”. El contexto determina si aner debería ser traducido como

“hombre o esposo”. La mayoría de las traducciones usan la palabra “hombre” en 1 Corintios 11 porque este pasaje

no está hablando acerca del matrimonio, sino acerca del comportamiento apropiado en la adoración, lo cual

incluye distinciones de género. La mayoría de las traducciones usan la palabra “esposo” en Efesios 5:22 porque

Pablo claramente está hablando de matrimonio allí.

[6] 1 Corintios 11:3 significa:

“Pero quiero que se den cuenta que la cabeza [i.e. origen o fuente] de todo hombre es Cristo, y que la cabeza [origen o fuente] de la mujer es el hombre, y la cabeza [origen o fuente] de Cristo [o del mesianismo de Jesús] es Dios [o la Deidad Tri-una].

Kenneth Bailey comenta sobre 11:3 y escribe:

“El origen de cada hombre es Cristo (i.e. Cristo es el agente de Dios en la creación. En 1 Corintios 8:6 Pablo afirma que Jesucristo es aquel “mediante quien son todas las cosas”)

“El origen de la mujer es el hombre” (i.e., Génesis 2:21-23). La mujer [ishah] es “tomada del hombre [ish]”

“El origen de Cristo es Dios” (i.e., el Cristo es “el Mesías” y el origen del Mesías es Dios). En el lenguaje de los siglos siguientes, “El Hijo procede del Padre”. Cristo proviene de Dios…

Bailey, Through Mediterranean Eyes, 302.

[7] Varios prominentes teólogos primitivos, incluyendo a Atanasio y Cirilo de Alejandría atestiguan que “fuente” es el principal significado de Kefalé en 1 Corintios 11:3.

Atanasio (296-373), Obispo de Alejandría, declara en De Synodis Anathema:

“Porque la cabeza, que es la fuente, de todas las cosas es el Dios, pero Dios es la cabeza, que es la fuente, de Cristo.”

Cirilo (376-444), Arzobispo de Alejandría, en De Recta Fide ad Pulcheriam et Eudociam escribió:

“Por lo tanto Él (Adán) de nuestra raza se convirtió en la cabeza, que es la fuente, y era de la tierra y los terráqueos. Dado que Cristo fue nombrado el segundo Adán, él ha estado ubicado como la cabeza, es decir la fuente, de aquellos que mediante Él han sido formados de nuevo para la inmortalidad mediante la santificación en el Espíritu. Por lo tanto, él mismo, nuestra fuente, es decir la cabeza, ha aparecido como ser humano. Él, aunque Dios por naturaleza, tiene una cabeza generadora, el Padre celestial, y él mismo, aunque Dios de acuerdo a su naturaleza, siendo la Palabra, fue engendrado de Él. Debido a que cabeza significa fuente, él estableció la verdad para aquellos que están vacilando en sus mentes que el hombre es la cabeza de la mujer, porque ella fue tomada de él. Por lo tanto, aunque Dios de acuerdo a su naturaleza, el único Cristo e Hijo y Señor tiene como su cabeza al Padre celestial, habiéndose él mimos convertido en nuestra cabeza debido a que es de la misma naturaleza de acuerdo a la carne.

Incluso el complementarista jerárquico Wayne Grudem, que declara que kefalé implica autoridad, concede que:

Hay algunos textos que indican que la cabeza física era considera como la fuente de energía y vida para el cuerpo, y, por lo tanto, existe la posibilidad que la palabra kefale pueda haber llegado a ser usada como un metáfora para “fuente” o “fuente de vida”..

“The meaning of Kephalē (Head): A Response to Recent Studies” in Rediscovering Biblical Manhood and Woman hood: A Response to Biblical Feminism (Wheaton, Il: Crossways, 1994) 467.

[8] En realidad, muchos hombres complementaristas (que creen que Dios les ha ordenado que sean los líderes de sus hogares y esposas) no lideran ni administran su casa y vida familiar; ellos dejan mucho de la administración del hogar y de la familia a sus esposas. (Ver 1 Tim. 5:14 donde, en el griego, Pablo usa la palabra oikodespotein en referencia a jóvenes esposas cristianas en Éfeso. Oikodespotein literalmente significa “ser el amo de la casa”).

[9] La palabra para “gobernar” es usada dos veces en la Biblia para esposos y esposas. En Génesis 3:16 se dice que una de las consecuencias del pecado era que el esposo dominaría a la esposa, pero esto está lejos del ideal de Dios. En Ester 1:20-22 el rey persa Jerjes decretó que los esposos debían dominar a sus esposas. Los cristianos, sin embargo, no deberían basar sus enseñanzas de las maldiciones y consecuencias de la Caída, ni de los decretos de reyes paganos.

[10] En I Believe in Male Headship, Gilbert Bilezikian escribe:

“Hay un montón de referencias en los documentos del Nuevo Testamento a líderes de todos los aspectos de la vida: líderes religiosos, líderes de comunidades, líderes militares, líderes del gobierno, líderes patriarcales y líderes eclesiásticos. Ninguno de ellos es designado como “cabeza”. Se usa una profusión de títulos, pero “cabeza” está conspicuamente ausente de la lista. La explicación más obvia para esta singularidad es que “cabeza” no significa líder en el Nuevo Testamento.

[11] Pablo también usa la palabra kefalé (cabeza) para mostrar que la iglesia, el cuerpo, está asociado profundamente y tenía una afinidad con Jesucristo, la cabeza.

[12] Pablo quería que todos los cristianos, incluyendo esposos y esposas, sean mutualmente sumisos entre sí (cf. Efe. 5:21). La sumisión mutua es lo que Pablo estaba apuntando en su enseñanza sobre el matrimonio en Efesios 5, pero él transmitió su significado en maneras que los hombres y mujeres de ese tiempo podían entender. A las mujeres se les dijo que sean sumisas, así que Pablo (y Pedro) escribieron claramente acerca de esto. Pablo (y Pedro) usaron palabras diferentes cuando se les pidió sumisión de los esposos.

[13] Algunos argumentan que el hombre, o esposo, puede tener más prominencia que la mujer debido a la fuente o principio de algo usualmente viene primero y esta posición a menudo tiene más prominencia que otras posiciones. Sin embargo, es difícil ver cómo “prominencia” encaja con los ideales cristianos de humildad, abnegación, servicio y el concepto de “el primero será el último”.

[14] Habían muchos mitos circulando en el mundo greco-romano acerca de la creación de hombres y mujeres particulares, y la creación de hombres y mujeres en general. La teogonía de Hesiodo, que era popular entre la población pagana, declara que el origen de la mujer era independiente del hombre. A diferencia de los relatos del Génesis, este mito negaba que los hombres y mujeres fueran compatibles e iguales. Un mito griego muy diferente era que la diosa Atenea había nacido milagrosamente de la cabeza (kefalé) de Zeus. Este mito, y algunos otros como estos, mostraban que los griegos veían la cabeza como siendo alguna clase de fuente de vida. Otros mitos, circulados por los gnósticos, y que parecían haber estado causando problemas en la iglesia de Éfeso, decían que Eva fue creada primero y que Adán fue el engañado.

En vez de una variedad de mitos paganos acerca de diferentes maneras en que diferentes hombres fueron creados o generados, Pablo escribe que la fuente de todo hombre es Jesucristo. Y, en vez de una variedad de mitos paganos acerca de las diferentes maneras que diferentes mujeres fueron creadas o generadas, Pablo indica que la fuente de la [primera] mujeres fue el hombre (1 Co. 11:3). La implicación de esto es que todos los hombres y las mujeres tienen una profunda afinidad.

2 thoughts on “Kefale y “Primacía Masculina” en las Epístola de Pablo

  1. Muchas gracias por este magnifico aporte.Había escuchado en una enseñanza algo sobre este asunto, hasta que porfín hoy pude encontrar material para profundizar en el tema. Principalmente por la necesidad de dejar de vivir bajo las consecuencia de la maldición de Adán. Cristo el postrer Adán, nuestra «cabeza»
    Con versiculos sacados de contexto se quiere justificar el concepto de sumisión, mezclando los pactos y las economías de los mismos, ignorando que la vigencia del nuevo pacto inaugurado por Cristo es nuestro punto de partida.
    Necesitamos más que sumisión, precisamos de la verdadera unidad y comunión, es ahí donde podemos tratar de comprender el concepto de «una sola carne». , algo que es insdiscublemente superior que la sumisión impuesta.
    Tristemente es un concepto tan arraigado a los creyentes, que es dificil cambiar la cosmovisión.

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