“El IRS y la redefinición del Ministerio Adventista”

“El IRS y la redefinición del Ministerio Adventista”

Por Bert Haloviak

 


Sobre el autor: Bert Haloviak es un historiador que trabajaba para la Oficina de Archivo y Estadística de la Asociación General. Está especializado en la historia religiosa del siglo XIX.


 

Por más de 100 años los adventistas del séptimo día mantuvieron que las funciones de los pastores ordenados y de los pastores licenciados eran diferentes… Nosotros usábamos el apoyo de la Escritura y de Elena de White para sustentar esta postura. Pero en la década de 1970, sin embargo, esta política tradicional fue cambiada en respuesta a las nuevas regulaciones del IRS (Internal Revenue Service, Servicio de Renta Interna en inglés, es la institución que se encarga de regular el cobro de impuestos en los EEUU). Este artículo mostrará el contexto y el desarrollo de este cambio.

1965: el IRS niega beneficios a los pastores licenciados

En 1965 el Servicio de Renta Interna de los EEUU (IRS por sus siglas en inglés) determinó que para recibir deducciones impositivas pastorales y otros beneficios impositivos, los pastores licenciados “debían estar investidos con el mismo estatus y autoridad de un pastor ordenado”. Ellos debían estar “completamente calificados para ejercer todos los deberes eclesiásticos” de los pastores ordenados.

El 6 de Octubre de 1965, los dirigentes de la Asociación General afirmaron que “la denominación, por supuesto, no es capaz de estar de acuerdo”. Esto significó que los pastores licenciados recibirían un salario alrededor de 9 por ciento menor. Esto sin dudas debería ser amortizado por las entidades denominacionales que tendrían que pagar la diferencia. La organización empleadora también tendría que asumir el 50 por ciento de los pagos de la seguridad social anteriormente pagados por el empleado licenciado.

El Presidente de la Asociación General Reuben Figuhr y el Secretario Walter Beach le escribieron al IRS e intencionalmente minimizaron las diferencias entre los pastores ordenados y licenciados, pero concedieron que los pastores licenciados no realizaban todas las funciones del pastor ordenado.

Su carta describe el ministerio pastoral como un sistema de un solo camino donde “la diferencia yace simplemente en el crecimiento y la experiencia”. Los deberes de los pastores ordenados y licenciados eran “sustancialmente equivalentes”. Al mismo tiempo, siete mujeres pastoras licenciadas servían en Norteamérica, y según las definiciones de esta carta, así como por las acciones tomadas desde la década de 1870, cuando las mujeres recibían una licencia, estaban en camino hacia la ordenación.

La decisión del IRS acerca de los pastores licenciados permaneció inflexible. Dado que la carta de Figuhr y Beach no establecía una equivalencia entre los pastores licenciados y los ordenados, el IRS determinó que “los pastores licenciados de la Iglesia Adventista del Séptimo Día no califican como ministros del evangelio” para propósitos impositivos.

1966: Wilson y Osborn evalúan los problemas

En el Congreso de la Asociación General de 1966 Robert Pierson y Kenneth Emmerson reemplazaron a Figuhr (saliente Presidente de la AG) y a Chester Torrey (saliente Tesorero). Neal Wilson se convirtió en el Vice-Presidente por Norteamérica. Robert Osborn había sido llamado para ser tesorero asistente de la AG a principios de 1966.

El problema con el IRS fue discutido en al menos tres reuniones por estos dirigentes recién electos en el Congreso de la AG de 1966. Los líderes de Norteamérica “acordaron informalmente” a continuar tratando a los pastores licenciados como pastores ordenados en lo que se refiere a su estatus impositivo. Al mismo tiempo, los líderes buscarían consejo legal.

Osborn hizo énfasis en que la acción de Norteamérica “alteró drásticamente la posición previamente tomada por los dirigentes”. Parecía desafiar las reglas del IRS. La Iglesia debía encontrar alguna manera para indemnizar a aquellos que ahora perderían los privilegios impositivos que habían tenido. Él pensó que la Iglesia debía reconocer la carta del IRS y responderla en serio. De esta manera, Osborn, al igual que otros tesoreros de la Asociación General preferían un enfoque diferente que el buscado por Neal Wilson.

1966-1968: Los líderes de la Iglesia comienzan a redefinir el ministerio licenciado.

En septiembre de 1966, el abogado William Donnelly de Washington DC, sugirió una nueva manera para afirmar que el pastor licenciado “que también ha sido ordenado como anciano de una iglesia particular de la denominación, es un ministro del evangelio” dentro de las definiciones del IRS. Donelly sugirió que “si el Manual de Iglesia aclaraba afirmativamente la autoridad del anciano ordenado/pastor licenciado”, las regulaciones del IRS podrían ser satisfechas.

Una redefinición tal de las prerrogativas del pastor licenciado en una “manera positiva” parecía ofrecer esperanza. Aunque habían políticas que impedían que los pastores licenciados administraran las ordenanzas, uno podría hacerlo como anciano ordenado.

El 7 de agosto de 1968 varios comités habían redefinido extensamente el rol del pastor licenciado. Habían borrado la estipulación de que los licenciados no podían administrar el bautismo o la Cena del Señor, u oficiar la ceremonia del matrimonio. En vez de eso, el lenguaje enfatizaba la capacidad de ayudar en aquellas ordenanzas y servicios. Cuando era elegido y ordenado como anciano de iglesia, el pastor licenciado podría “llevar a cabo el servicio de la comunión y otros servicios de la iglesia, y presidir las juntas de iglesias”. Se borró la declaración que decía “entre los adventistas del séptimo día, solo los pastores ordenados están autorizados a oficiar la ceremonia del matrimonio”. El 19 de Junio de 1970 estos cambios pasaron desapercibidos en el Congreso de la Asociación General y fueron incorporados más tarde en el Manual para Ministros y en el Manual de Iglesia.

1971: Los Tesoreros están asustados.

Varias reuniones en 1971 revelaron una constante diferencia entre los tesoreros de la AG y los líderes del NAD. En conjunto con documentos debatidos en una de esas reuniones, Pierson escribió en sus apuntes: “Se ha reducido cada punto posible para mostrar que los pastores licenciados son lo más similares posible a los pastores ordenados. No continuaré con esto. ¡Hay y debe haber una diferencia!”.

Osborn indicó que a pesar de los cambios en la definición de los pastores licenciados, la política de la iglesia aún no satisfacía al IRS. Aun así, la iglesia continuó tratando a los pastores licenciados como pastores plenos para propósitos impositivos.

Una reunión de emergencia de los dirigentes de la AG, y de presidente de las uniones y de algunas asociaciones locales se llevó a cabo el 21 de Diciembre de 1971. Osborn presentó un documento de siete páginas delineando la historia de este problema impositivo desde 1965. Hablando de la historia reciente, se refirió a la observación de los abogados impositivos Prerau y Teitell hecho el 22 de Septiembre de 1971: “No creemos que otro pedido [al IRS] sería útil a menos que al “pastor licenciado” le sea concedido el mismo estatus que al “pastor credenciado”.

En sus apuntes sobre el documento, Robert Pierson escribió preocupado: “¡Seis años de impuestos, 1100 dólares por ministro por año!”. El total por lo 850 pastores licenciados sería más de 5 millones en impuestos impagos desde la carta de 1965 del IRS, si la iglesia no podía convencer al IRS de que acepte sus procedimientos realizados en los últimos seis años. Osborn resumió: “A menos que estemos dispuestos a enmendar el Manual de Iglesia y el Manual del Ministro en un Congreso de la Asociación General para darle a los pastores licenciados el mismo estatus y autoridad que tienen los pastores ordenados, me parece que es muy claro que no podemos, según las leyes y regulaciones del IRS, continuar considerándolos como ministros del evangelio para propósitos impositivos”.

Osborn tuvo que dejar la reunión para asistir a una conferencia en California, pero al llegar allí le envió un mensaje a Emmerson, Pierson y Wilson. Él resumió el dilema de la iglesia de la siguiente manera:

“Hemos llegado a un día lamentable ya que nos hemos alejado de nuestra enfoque tradicional de autoridad administrativa y ahora aparentemente vamos a perpetuar la inaceptable posición de seis años.”

“Además, es difícil recomendar el cambio de nuestras antiguas prácticas denominacionales acerca de la autoridad de los pastores principalmente por consideraciones impositivas. Debería haber otras razones para cambiar, o no deberíamos enmendar los manuales.”

“Cuando mañana este asunto llegue al Comité Ejecutivo de la AG o al del NAD respetuosamente les pediré que transmitan mi opinión al grupo, tal como está expresado en este mensaje.”

A pesar de los pedidos de Osborn, al día siguiente el Comité Administrativo de la División Norteamericana votó solicitarles a los dirigentes de la AG que “tomen cualquier paso necesario para asegurar el pleno estatus para los pastores licenciados como ministros del evangelio”.

1974: Neal Wilson planea un pedido

Este asunto permaneció en el limbo durante los siguientes años. En 1974, el Presidente de Norteamérica Neal Wilson buscó activamente resolver el problema. Él comenzó a hacer contactos con varios congresistas estadounidenses, incluyendo el congresista adventista Jerry Pettis, miembros de la poderosa House Ways and Means Committee. En marzo de 1974 Wilson reveló su plan para apelar la decisión del IRS. Él redactó un memorándum de 14 páginas estableciendo las bases para la apelación adventista.

Wilson hizo énfasis en las modificaciones formalizadas en el Congreso de la AG de 1970 que permitía concluir que el pastor licenciado “que también ha sido ordenado como un anciano de una iglesia en particular” era de hecho un ministro del evangelio dentro del significado del IRS.

Wilson le envió el memo a Jerry Pettis, que buscó consejo del abogado de minorías Dick Wilbur. El análisis de Wilbur, que recientemente había jurado como juez de un Corte impositiva estadounidense, enfatizó que todo dependía de “la naturaleza de los servicios que los pastores licenciados están autorizados a desempeñar”. A menos que el pastor licenciado mantenga “autoridad co-extensiva” con el pastor ordenado, “el IRS mantenía que los pastores licenciados no son ministros del evangelio” para propósitos impositivos. Si el pastor licenciado ahora podía solemnizar matrimonios, entonces los adventistas podrían “solicitarle al IRS que reconsidere su decisión original”.

1975-1976: La acción del IRS provoca una acción de la Iglesia

Las esperanzas de los administradores de la AG recibieron un revés cuando Jerry Pettis murió trágicamente en un accidente aéreo el 14 de febrero de 1975. El problema se intensificó al mes siguiente. Por primero vez desde 1966, la postura adventista fue abiertamente desafiada por el IRS. Las filiales del IRS estaban haciendo “evaluaciones preservadores” por deudas fiscales contra varias asociaciones, preparándose para confiscar propiedades eclesiásticas como pago por impuestos impagos.

Durante el Concilio Primaveral, en abril de 1975, las implicaciones para las mujeres adventistas en el ministerio se estaban volviendo evidentes. En esta reunión las mujeres se volvieron elegibles para la ordenación como diaconisas y ancianas en Norteamérica. Pero ¿qué pasaría si ellas tenían licencias ministeriales, como en el pasado? Esta situación preocupó a algunos líderes de la iglesia.

El Concilio Primaveral aprobó esta resolución:

“Recomendamos que donde haya instructoras bíblicas u otras mujeres con las calificaciones y experiencias apropiadas que sean capaces de ocupar roles ministeriales, ellas sean asignadas como pastoras asistentes, [y que] sus credenciales sean licencias misioneras o credenciales misioneras”.

Las mujeres ya no eran elegibles para recibir licencias ministeriales, dado que esa licencia había sido redefinida para permitir prerrogativas que eran vistas como fuera de los límites de las mujeres. Se estaba pavimentando un camino ministerial diferente para las mujeres.

Después de consultar con dirigentes del IRS a fines de Abril, los administradores del AG decidieron oficialmente solicitar al IRS que revise su decisión de 1966 contra la AG. En noviembre, Wilson había redactado una carta y un memorándum haciendo ese pedido. Él lo entregó el 30 de Diciembre de 1975. En su carta anexa, Wilson pidió reconsideración “a la luz de los muchos cambios que se han desarrollado desde 1966”. Él incluyó un “Memorándum del Estatus de los Pastores Licenciados en la Iglesia ASD” de 11 páginas que formó la base de su pedido.

En este memo, Wilson hizo énfasis en que “el rol del pastor licenciado ha sido redefinido por la Iglesia Adventista del Séptimo Día”. El pastor licenciado puede realizar sacramentos que son mucho más significativos que la ceremonia del matrimonio, como por ejemplo la santa comunión, predicar la Palabra, bautismos, oficiar funerales, etc.”. Él enfatizó que el pastor licenciado dentro de la Iglesia Adventista no pertenecía a una categoría separada de pastor.

En abril de 1976, el IRS le informó a Wilson que aunque los pastores licenciados podían presidir cualquier ordenanza de la iglesia, aún no podía solemnizar matrimonios. Por lo tanto, “el licenciamiento de un ministro del evangelio por la Iglesia Adventista del Séptimo Día no establece un estatus equivalente a la ordenación en todo sentido”. La apelación de Wilson fue rechazada.

Por este tiempo, varias asociaciones habían recibido una “notificación final ante de la confiscación” de propiedad de la iglesia debido a impuestos impagos. En junio, Osborn sugirió una variación dentro de la línea legal que se perseguía. En vez de constantemente redefinir a los pastores licenciados y sus prerrogativas, ¿por qué no desafiar la decisión del IRS como siendo demasiado demasiada restrictiva? “Nuestro caso no debería basarse en intentar mostrar cuán parecidos son nuestros pastores licenciados a los pastores ordenados, eclesiásticamente hablando, hay una barrera que no es superada sino hasta la ordenación”. Para Osborn era “incorrecto intentar igualar a nuestros pastores licenciados con nuestros pastores ordenados”. En otra carta escrita en junio, Osborn notó: “Se puede percibir que se está volviendo cada vez más difícil cambiar nuestra actitud hacia los pastores licenciados por consideraciones impositivos en un país en particular”

1976: Una nueva definición hace que las funciones sean iguales

Pronto se hizo evidente que el enfoque de Osborn sería rechazado. Los dirigentes en vez decidieron “reexaminar la posición que hemos tomado sobre los pastores licenciados”. El Comité Ejecutivo Consultivo del Presidente (PREXAD por sus siglas en inglés) revisó un documento que sugirió cambiar las responsabilidades de un pastor licenciado plenamente capacitado. ¿Podría ser autorizado “en forma provisional para realizar todas las funciones de un pastor ordenado bajo la supervisión de un superior eclesiástico?”. El PREXAD estuvo de acuerdo en “pedirle al staff presidencial que estudie las sugerencias para cambiar la autoridad del pastor licenciado”.

En agosto los presidente de las uniones del NAD aprobaron esa propuesta y Wilson la presentó al PREXAD el 14 de Septiembre. En su presentación Wilson repasó la historia del problema desde 1965. Él hizo énfasis en “el considerable compromiso financiero” tanto de la Iglesia Adventista como de los pastores licenciados individuales. Él creía que la diferencia entre las funciones de los pastores licenciados y los ordenados no era moral ni teológica sino un asunto de política eclesiástica.

De acuerdo a Wilson habían dos alternativas a ir a la corte contra el gobierno: rendirse, o cambiar el estatus del pastor licenciado. Parecía más sabio cambiar las funciones del pastor licenciado. Después de todo, las funciones del pastor licenciado eran ahora casi idénticas a las del pastor ordenado. La política era mucho más restrictiva que la práctica. La frase crucial en la propuesta de Wilson decía:

“Un pastor licenciado es autorizado por el Comité Ejecutivo de la Asociación para desempeñar todas las funciones del pastor ordenado en la o las iglesias a las que ha sido asignado”.

El PREXAD y luego el PRADCP aprobaron esta propuesta.

1976: Las Divisiones obtienen libertad y flexibilidad

Los dirigentes domésticos y foráneos y los presidentes de las uniones se reunieron ante del congreso del Concilio Anual hicieron saber que los campos fuera de los Estados Unidos no aprobarían esta frase crucial citada anteriormente. Por lo tanto la acción votada la tarde del 20 de Octubre en el congreso del Concilio Anual difirió de la votada en la sección norteamericana del Concilio Anual mantenido en la noche del mismo día. Interesantemente, esta frase crucial no fue impresa en los folletos del Concilio Anual de 1976, ni en la lista de las acciones tomadas por el Concilio Anual en la Adventist Review.

El 30 de Diciembre, Wilson explicó en un artículo en la Adventist Review las razones por las cuales se modificaron las políticas sobre el estatus de los pastores licenciados.  Aunque no dio los detalles del cambio, él notó que “el proceso por el cual la iglesia capacita a sus pastores obviamente no es un asunto de teología ni doctrina, sino uno de metodología, [y] política”. Después de devota discusión, “con el propósito de preservar la unidad y la fortaleza de la iglesia” el Concilio Anual de 1976 “votó enmendar las políticas que rigen a los pastores licenciados para proveer la libertad y flexibilidad apropiada dentro de cada división de la Asociación General”.

1977-78: El IRS acepta la política de la Iglesia

En Octubre de 1977 Wilson le escribió a Comisionado del IRS acerca de “algunos cambios políticas eclesiásticos bastante extensos” tomado por los adventistas. Él incluyó la acción del Concilio Anual del NAD de 1976 que autorizaba a los pastores licenciados a “realizar todas las funciones del pastor ordenado” en su iglesia local. Hubo alegría en las oficinas centrales de la iglesia mundial cuando se recibió una carta del IRS el 23 de septiembre de 1977, que decía: “Hemos revisado los cambios en la política eclesiástico de su iglesia, y es nuestra opinión que los pastores licenciados en su iglesia tienen un estatus que es equivalente al de la ordenación, hecho efectivo el 20 de Octubre de 1976”. Después de una década, el pastor licenciado estuvo nuevamente autorizado legalmente a recibir todos los beneficios impositivos.

El Concilio Anual del NAD de 1977 agregó un nuevo término a su libro de políticas: “Asociados en Cuidado Pastoral”. Esta frase identificaba a “personas que son empleadas en cargos pastorales pero que no están en camino a la ordenación”. Las mujeres fueron ubicadas formalmente en un camino separado dentro del ministerio adventista.

Menos de un año más tarde, en Agosto de 1978, el IRS modificó sus reglamentos administrativos. Si los pastores licenciados o comisionados realizaban “sustancialmente” todas las funciones religiosas de los pastores ordenados, era elegibles para recibir beneficios impositivos.

Por este tiempo, las mujeres adventistas estaban excluidas de recibir licencias ministeriales que les habían sido dadas desde principios de 1870. Mientras que las mujeres una vez más ser definidas como obreras ministeriales, ellas aun no estaban en camino a la ordenación, mientras que si lo habían estado antes de los problemas con el IRS en la década de 1960.

La inconsistencia alcanzó nuevas dimensiones cuando el Concilio Anual en 1989 votó no recomendar a las mujeres para ser ordenadas para el ministerio evangélico, pero permitió a las mujeres pastoras “realizar esencialmente las funciones ministeriales de un pastor ordenado del evangelio en las iglesias a las cuales han sido asignadas”.

Irónicamente, incluso aunque los representantes de la iglesia adventista decidieron que las mujeres pastoras no estaban “en camino para la ordenación”, ahora fueron definidas por el IRS como elegibles para los beneficios impositivos del ministerio.

La interrelación entre el dinero, la teología, el IRS, y los administradores de la iglesia ha convergido para crear un dilema moral dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.


Fuente: Adventist Today, Mayo/Junio de 1996, pp. 12-15

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