Dos Pastoras Mujeres hacen la Diferencia en Cuba

Una mujer dirige la iglesia Adventista más grande en Cuba, mientras que la otra lidera la congregación más cercana a la base estadounidense en la Bahía de Guantánamo.

 

Dos pastoras, ambas apasionadamente comprometidas en llevar a otros hacia Jesús están ayudando a que la Iglesia Adventista del Séptimo Día se expanda en el este de Cuba.

Gilma Carbonell, de 44 años, lidera la iglesia adventista más grande de Cuba, la Iglesia Adventista Central de Guantánamo, en la ciudad de Guantánamo. Ella pastorea a más de 1.000 miembros de iglesia, que se reúnen dentro y fuera de la iglesia cada sábado.

La Pra. Carbonell ha servido como pastora en la iglesia de Guantánamo por casi cinco años y supervisa cuatro distritos, dos pastores ordenados, dos pastores licenciados y un instructor bíblico. Durante su tiempo en la Iglesia Centra se han organizado otras cuatro iglesias y dos congregaciones.

La Pra. Carbonell ha sido de gran ayuda para expandir la iglesia en el este de Cuba, dijo Israel Leito, el presidente de la División Interamericana de la Iglesia Adventista, la cual incluye a Cuba. Leito viajó a la isla para oficiar el cambio de estatus de la Misión Alto Oriente a Asociación Alto Oriente.

El Presidente Leito alabó a la Pastora Carbonell y la obra de los otros ministros locales y miembros de iglesia que hay ayudado a expandir la membresía de la iglesia a 7.078 creyentes.

“Los talentos y la capacidad de liderazgo de Carbonell la han calificado en forma única para una posición tan importante en la Unión Cubana”, dijo el Pr. Leito.

“La Pra. Carbonell y otras pastoras en la División Interamericana no son ordenadas, de acuerdo con las políticas globales de la iglesia adventista”, dijo el Pr. Leito. Sin embargo, la división no ve la falta de ordenación como una limitación al servicio, y también tiene mucho pastores varones que lideran iglesias aunque no están ordenados.

“Amo enseñar a Cristo”

“Amo enseñar a Cristo como el centro de las doctrinas, enseñar profecía bíblica y preparar líderes” dijo la Pra. Carbonell, que tiene un diploma en filosofía marxista y educación y enseño en una universidad gubernamental antes de ser bautizada en la Iglesia Adventista en 1995.

Ella conecta el crecimiento de la iglesia en su distrito al enfoque en educación,, enseñanza doctrinal y capacitación en las función de los departamentos de la iglesia, y en plantar iglesias.

Después de que Carbonell se unió a la iglesia y sirvió como anciana de iglesia, ella sintió el llamado al ministerio y asistió al Seminario adventista en Havana. Poco después ella sirvió como la pastora de la Iglesia Adventista Caribe en Guantánamo, y más tarde se movió a la Iglesia Central.

“Hay tantas necesidades en las diferentes congregaciones que superviso, pero intentamos enfocar a nuestros miembros en el concepto de misión y cómo nosotros somos un movimiento y continuamos enseñando acerca de Cristo a los miembros y a las visitas que vienen todas las semanas” dijo la Pra. Carbonell.

Los administradores de la Iglesia en la isla hablaron cálidamente del impacto de Carbonell en la región.

“Desde que la hermana Gilma llegó a Guantánamo, la iglesia ha vivido un reavivamiento” dijo Eduardo Rodriguez, tesorero de la Asociación de Alto Oriente. “Su trabajo como una sierva de Dios ha sido tremendo allí y los resultados hablan por sí solos”.

Carbonell sueña con estudiar un doctorado en teología y en hacer más para poder capacitar a jóvenes pastores. El Pr. Leito dijo que la División Interamericana está considerando en ayudarla a conseguir su sueño.

Una Pastora de 78 años

Mientras tanto, Argelia Linares, de 78 años, ha estado viviendo su propio sueño por la mayor parte de su vida, trabajando como instructor bíblica. Su liderazgo pastoral ha traído gran cantidad de personas a la iglesia. Ella desempeño un rol fundamental en alcanzar un pueblo llamado Caimanera donde ningún otro adventista del séptimo día había sido capaz de entrar.

Por los últimos diez años Linares ha pastoreado una pequeña congregación adventista en Caimanera. El pueblo de Cuba más cercano a la base naval estadounidense de Guantánamo.

“Durante años ella recibió un permiso especial que le permitía entrar al pueblo periódicamente para pastorear la iglesia de allí” dijo el Pr. Leito, que habló brevemente a Linares acerca de su trabajo en Caimanera durante un tour de cinco días por el este de Cuba.

Argelia Linares, conocida cariñosamente por los residentes como la hermana Jeje, eventualmente recibió la noticia de que ya no necesitaría un permiso, sino que podría entrar al pueblo y servir como pastora de la congregación libremente, dijo el Pr. Leito.

Linares, que es la obrera adventista que por más tiempo ha servido en Cuba le dijo al Pr. Leito que compartir el evangelio era su pasión. Ella estudió en el antiguo Colegio Adventista Antillano, cuando estaba basado en Santa Clara, Cuba en la década de 1950.

“Estamos agradecidos por obreros bíblicos como Linares que comprometen toda su vida a predicar el evangelio”, dijo el Pr. Leito.

El fiel ministerio de Linares ha sido vital para mantener la congregación en Caimanera viva y creciendo, dijo él.

La congregación solía tener docenas de miembros, pero se ha reducido a diez debido a que muchos han emigrado fuera de la zona, dijeron los líderes de la iglesia local.

A lo largo y ancho de Cuba, sin embargo, la Iglesia Adventista se ha expandido en años recientes, notó el Pr. Leito, que ha visitado el país docenas de veces como presidente de la división.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Unión Cubana tiene más de 32.000 miembros adorando en 458 iglesias y congregaciones. La iglesia supervisa la obra de cuatro asociación a lo largo de la isla.

“La Iglesia en Cuba es muy fuerte”, dijo Leito, “El gobierno permite que la iglesia funcione con más libertad que en el pasado, y estamos agradecidos por ello. Dios continua bendiciendo a la iglesia, a nuestros dedicados líderes, y a nuestro activos miembros de iglesia que dan todo para cumplir la misión de la iglesia”.

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