La foto que ves arriba es un pedazo del Muro de Berlín. Tenemos dos pequeños pedazos del mismo tamaño que nos dio un amigo que los sacó él mismo del Muro el 11 de Noviembre de 1989, justo después de que el muro fue derrumbado.
Pensé en el muro hoy, cuando el gobierno de Alemania (ahora solo hay una) anunció que aceptarían a 500.000 refugiados e inmigrantes por año. No puedo imaginar que eso hubiera pasado si el Muro no hubiera sido derrumbado en 1989.
La negativa de ordenar mujeres se ha convertido en un Muro de Berlín. Y también se derrumbará.
En vez de ser una manera de unir a las personas, persistir en esta negación del reconocimiento pleno de los dones del Espíritu Santo -cuando no hay razón teológica o cultural convincente para prohibirlo- se ha convertido en un símbolo de división y no hace falta ser un vidente para predecir que seguirá la misma trayectoria que el Muro de Berlín.
Eventualmente, las personas que han gobernado injuriosamente removerán lo que ha sido creado, defendido y promovido como algo absoluta mediante una autoridad equivocada. Desafortunadamente, habrá pérdidas innecesarias, consecuencias trágicas, y sufrimiento innecesario debido a este muro falso que protege una filosofía misógina y vacía. Pero este muro también caerá.
Por Raymond Hartwell, Presidente de la Asociación de Pennsylvania