¿Qué pensarías de mi si te dijera…?

Querido lector: ¿Qué pensarías de mi si te dijera que tengo “un deseo ferviente de que la mujer ocupe el puesto que Dios le designó originalmente como igual a su esposo”?

¿Pensarías que soy feminista?

Pues en ese caso le acabas de decir feminista a Elena de White [1].

 

¿Qué dirías si te comento que pienso el texto de “guarden las mujeres silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar; Que estén sumisas, como lo establece la ley” (1 Corintios 14:34) fue dada solo para Corinto y que  “no debe ser tomado como una instrucción para todas las mujeres cristianas de otras iglesias y en otros tiempos”?

¿Me contradecirías?

Pues en ese caso le acabas de contradecir a J. N. Andrews, pionero adventista y el primer erudito de la IASD [2].

 

¿Qué sentirías si te digo que nunca jamás voy a citar este versículo: “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1 Timoteo 2:12) y tampoco voy a usar el término headship (cabeza o jefatura) en relación con la mujer, la familia o la iglesia?

¿Dirías que soy prejuicioso?

Pues le acabas de decir prejuiciosa a Elena de White [3].

 

¿Qué pensarías si una Asociación adventista tuviera una mujer como pastora mientras su esposo la ayuda a ella?

¿Creerías que anti-bíblico o anti-natural?

Pues le acabas de decir anti-bíblico y anti-natural a lo que la Asociación de Nueva York hizo por 6 años con Lulu Russell Wightman y su esposo John Wightman entre 1897 y 1903, durante la vida de EGW, quien nunca se opuso.

 

¿Qué dirías si te comentó que creó que “hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio evangélico” y que se les debe pagar con el diezmo, y qué las mujeres, al igual que lo hombres, deben ocupar “posiciones de responsabilidad” donde “gobiernen bajo la tutela de Dios”?

¿Te opondrías a esto?

Pues te acabas de oponer a Elena de White [4].

 

¿¿Te opondrías a mí si te dijera que creo que “todos los medios que avancen la causa de la verdad y que no estén prohibidos por claras declaraciones de la escrituras, deben ser empleados”?

¿Pensarías que estoy abriendo las puertas de la Iglesia para prácticas incorrectas?

Pues acabas de decirle eso a James White, el presidente de la IASD [5]

 

¿Y si te dijera que no creo que Jesús haya estado eternalmente sujeto al Padre, sino que “desde el principio era igual al Padre” y que no estaba bajo la autoridad del Padre, sino que “gozaba de la misma autoridad y poder que el Padre”? ¿Y que Eva no fue creada en un rol inferior o sumiso sino que “cuando Dios creó a Eva, quiso que no fuese ni inferior ni superior al hombre, sino que en todo fuese su igual” y que, por lo tanto, la mujer no debe estar sometida arbitrariamente al hombre sino que “debe ocupar el puesto que Dios le designó originalmente como igual a su esposo”?

¿Pensarías que sostengo enseñanzas no bíblicas?

Pues le acabas de decir eso a Elena de White [6].

 

¿Cómo reaccionarías si te digo que Junia fue una mujer apóstol?  ¿Pensarías que estoy tergiversando la Biblia con feminismo?

Pues acabas de decirle eso a todos los escritores cristianos en los primeros 1200 años del cristianismo, y también a Elena de White [7]

 

¿Qué pensarías si te digo que no creo que 1 Timoteo 2:12 deba tomarse literalmente y aplicarse universalmente a toda la iglesia mundial y en cualquier tiempo, sino que fue una instrucción dada por Pablo para una situación especial en su tiempo?

¿Pensarías que estoy malinterpretando la Biblia?

Pues le acabas de decir a Instituto de Investigación Bíblica (ente oficial de la Asociación General) que malinterpretó la Biblia en 1985 y 1996 [8].

 

¿Qué dirías si en numerosas ocasiones declaró que no solo el hombre sino que también la mujer debe estar a la cabeza de su familia?

¿Pensarías que soy desleal a la Biblia?

Pues le acabas de decir desleal a la Biblia a Elena de White [9]


Referencias

[1] Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 619 [2] Review and Herald, 2 de Enero de 1879.

[3] Elena de White jamás citó ese versículo y en todos sus escritos la palabra “headship” aparece una sola vez en Patriarcas y Profetas p. 161 para describir la primogenitura de Esaú y Jacob.

[4] Hijas de Dios, p. 198; Evangelismo, p. 359; Cristo Triunfante, p. 148

[5] Review and Herald, 26 de Abril de 1860.

[6] Consejos para los Maestros, p. 15; Conflicto de los Siglos, p. 485;  Joyas de los Testimonios, p. 413; Consejos para la Iglesia, p. 255

[7] La primera mención fidedigna de Junia como Junias fue en el siglo 1200 por Aegidius de Roma (1245-1316). Elena de White citando este versículo escribió: “Pablo en sus cartas a las iglesias hace mención de mujeres que fueron obreras con él en el evangelio. Escribiendo a los Romanos, él dice: […] Saluden a Andrónico y Junia, mis parientes, y mis compañeros de prisión, que son notables entre los apóstoles y que fueron en Cristo antes de mí.” (North Pacific Union Gleaner, 4 de Diciembre de 1907). Ella citó la versión King James. No estoy diciendo que ella fue inspirada para elegir esa versión en particular, pero el hecho es que habiendo otras versiones que mencionan el versículo en forma diferente, ella eligió esa. Y en el texto no hay evidencia alguna de que ella no creyera lo que estaba escribiendo: que Junia fue una mujer apóstol.

[8] Symposium on the Role of Women in the Church, pp. 78-79;https://adventistbiblicalresearch.org/es/materials/bible-nt-texts/1-timoteo-212;

[9] Puedes leer algunas de sus declaraciones en: Cartas a Jóvenes Enamorados, p. 66; Consejos para los Maestros, p. 370; Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 303; Mensajes para los Jóvenes, p. 329 y en La Educación Cristiana, p. 236; por nombrar algunos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *