La sumisión mutua en Efesios 5

La sumisión mutua en Efesios 5

Por Craig Keener

A veces Pablo tiene una mala reputación. Las historias de esclavos están repletas con sentimientos de ex esclavos que amaban a Jesús pero odiaban a Pablo, esto se debe a que los dueños de esclavos citaban regularmente efesios 6:5, “Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor”. Lo que los dueños de esclavos se olvidaban en citar era el resto del pasaje, el cual dice lo siguiente: “Y ustedes, amos, traten a sus esclavos de la misma manera.” (6:9). Es decir, si los esclavos tenían que obedecer a sus amos, ¡los amos también tenían que obedecer a sus esclavos!

¿Acaso alguien en el siglo primero tomó a Pablo literalmente en este punto? Probablemente no, pero es no cambia el hecho de que en realidad él expresó una de las ideas abolicionistas más radicales de su tiempo. Él no estaba hablando acerca de abolir violentamente la institución de la esclavitud; ni siquiera las fallidas revueltas de esclavos de su tiempo habían intentado eso. Sino que Pablo estaba hablando acerca de la ética, una ética que va más allá de la teoría.

Algunos de los primeros filósofos estoicos habían defendido la igualdad humana, pero se habían terminado retractado, y quienes podían costearlos, tenían esclavos. Pablo ciertamente estaba de acuerdo con los estoicos en principio: él afirmó que los esclavos y dueños de esclavos tenían a un mismo Amo en el cielo (Efe. 6:9). Pero su instrucción “trátenlos de la misma manera” va más allá de la teoría y se adentra en la práctica.

Esto no es un accidente, ni un desvarío de la boca de Pablo, ni un error de algún escriba. Pablo enmarca toda esta sección de códigos domésticos alrededor de la sumisión mutua. Tal vez te preguntes ¿Qué son los códigos domésticos?

En su obra sobre el gobierno, el pensador griego Aristóteles tenía una larga sección sobre roles familiares. En él, Aristóteles instruyó a la cabeza masculina de la familia a gobernar sobre su esposa, los hijos y los esclavos. Los pensadores siguientes adoptaron el mismo esquema, a menudo en la misma secuencia. Debido a que Roma temía que las minorías religiosas socavaran estos valores tradicionales, estos grupos a menudo reafirmaban su creencia en valores romanos.

Pablo presenta una serie de códigos domésticos en la misma secuencia que Aristóteles: la relación del varón cabeza de la familia (como se asumía en aquel tiempo) con las esposas, hijos y esclavos. Es posible que Pablo estuviera pensando como un miembro de un grupo religioso minoritario. Después de todo, él estaba escribiendo desde una custodia romana, posiblemente desde la misma ciudad de Roma (Efe. 3:1; 4:1; 6:20).

Sin embargo, Pablo cambia la fórmula estándar. En vez de dirigirse solo a los varones dueños de esclavos, él también se dirige a las esposas, los niños y los esclavos, que probablemente componían una gran parte de la iglesia. (En las congregaciones urbanas de Pablo, los esclavos hubieran sido esclavos domésticos, que tenían más libertad y que frecuentemente tenían más oportunidad de acceder a la manumisión (libertad de la esclavitud) que otros esclavos. Sin embargo, continuaban siendo esclavos.

Además, él nunca instruyó al varón cabeza de la familia que gobierne; en vez de eso, él debía amar a su esposa, servirla y dar su vida por ella (5:25), evitar provocar a sus hijos (6:4), y tratar a sus esclavos como co-siervos de Dios (6:9).

Lo más importante es que Pablo enmarca toda su sección de instrucciones (5:21-6-9) al establecer la sumisión mutua: someterse uno al otro (5:21) y hacer lo mismo hacia los demás (6:9). Esto ubica la sumisión en n nuevo contexto: el ejemplo y la enseñanza de nuestro Señor, quien invita a todos a servir al prójimo (Mar. 10:42-45; cf. Juan 13:14-17, 34-35; Gal. 5:13-15).

Algunos hombres en la actualidad citan a Efesios 5:22 (“Esposas, sométanse a sus esposos”) sacándolo de contexto, tal como los dueños de esclavos citaban Efesios 6:5.

Pero en griego no hay ningún verbo en el versículo 5:22. Allí simplemente se dice: “Esposas, a sus esposos”. Por supuesto, no está diciendo “Esposas, hagan lo que quieran a sus esposos”. La gramática griega asume que llevaremos el verbo del versículo anterior, y ese verbo es “someterse”. Pero debido a que el verbo es traído de 5:21, no puede significar nada diferente de lo que significa en 5:21. La sumisión de la esposa es simplemente un ejemplo de sumisión mutua; al igual que lo es cuando el esposo sacrifica su vida por su esposa.

Algunos objetan: “¡Pero solo se le dice a la esposa que se someta a su marido!”. Si, pero también solo se le dice al esposo que ame a su mujer (5:25). Sin embargo, nosotros sabemos que todos los cristianos deben amarse entre sí (5:2) y que todos los cristianos deben someterse entre sí (5:21). Aunque Pablo no está intentando cubrir todas las circunstancias, si ofrece un principio general sobre cómo debemos vivir: buscando los intereses de los demás, escuchándonos entre nosotros, y amando a los demás como a nosotros mismos.

Otras personas enseñan la sumisión mutua; al igual que Pablo, que estaba entre las mentes más progresivas de la antigüedad. Sin embargo, aplicar la enseñanza de Pablo de sumisión mutua es algo que rara vez se escucha. Sin embargo, aunque rara vez se intenta, no significa que no sea importante.

Incluso en la actualidad, los esposos y esposas, y las personas en otra clase de relación a menudo buscan sus propios intereses en vez de los de los demás (cf. Fil. 2:4, 21). ¿Qué pasaría si tomáramos en serio las palabras de Pablo? ¿Qué pasaría si realmente lleváramos la sumisión mutua a la práctica? Intentémoslo y averigüémoslo.


Fuente: http://www.cbeinternational.org/resources/article/arise/case-mutual-submission-ephesians-5?page=show

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