Declaración de la AG sobre las Uniones del Mismo Sexo

Uniones del Mismo-Sexo

 

Este documento fue votado y aprobado por el Comité Ejecutivo de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, el 17 de Octubre del 2012.

Durante las últimas décadas la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sentido que es necesario declara claramente en diferentes maneras su posición acerca del matrimonio, la familia, y la sexualidad humana. Estos temas están en el centro de muchos asuntos que la sociedad enfrenta. Lo que por siglos ha sido considerado como una moral cristiana básica en el contexto matrimonial, está siendo cuestionado cada vez más, no solo en la sociedad cultural, sino dentro de las mismas iglesias cristianas.

Las instituciones del matrimonio y la familia están bajo ataque y están crecientes enfrentando fuerzas centrifugas que las están destruyendo. Un creciente número de naciones no están solo debatiendo el tema de las “uniones del mismo sexo”, sino que algunas ya han aprobado varias leyes, convirtiéndolo en un asunto global. El debate público ha provocado fuertes emociones. A la luz de estos acontecimientos, la Iglesia Adventista del Séptimo Día está estableciendo su posición en forma clara.

Nosotros reafirmamos, sin vacilación, nuestra posición tradicional tal como está expresada en las Creencias Fundamentales de la Iglesia: “El Matrimonio fue divinamente establecido en el Edén y afirmado por Jesús como una unión de toda la vida entre un hombre y una mujer en compañerismo amante”[i]. Aunque “el pecado ha pervertido los ideales de Dios para el matrimonio y la familia”, el lazo familiar es la relación humana más íntima, tierna y sacra de todas” y de esta manera, “las familias necesitan experimentar un reavivamiento y reforma en sus relaciones” (An Affirmation of Family, 1990)[ii]. Dios instituyó “el matrimonio como una unión comprometida de dos géneros (hombre y mujer) física, emocional y espiritualmente, expresado en la Escritura como “una carne”. “La unión monógama en el matrimonio de un hombre y una mujer es… la única expresión moral y apropiada de intimidad sexual”. “Cualquier descenso de este elevado estándar es como consecuencia una degradación del ideal divino” (An Affirmation of Marriage, 1996)[iii].

La homosexualidad es un disturbio y rompimiento de las inclinaciones y relaciones humanas causado por la entrada del pecado al mundo. Mientras que todos estamos sujetos a la naturaleza humana caída, “creemos que mediante la gracia de Dios, y mediante el aliento de la comunidad de fe, un individuo puede vivir en armonía con los principios de la Palabra de Dios” (Seventh-day Adventist Position Statement on Homosexuality, 2012)[iv].

Nosotros mantenemos que todas las personas, independientemente de su orientación sexual, son amadas por Dios. No toleramos que se aislé a ningún grupo para su desprecio y humillación, mucho menos el abuso. Sin embargo, la Palabra de Dios que trasciende el tiempo y la cultura no permite un estilo de vida homosexual. La oposición de la Biblia al matrimonio/uniones del mismo sexo está anclada en el plan de Dios para el matrimonio en la creación (Gén. 1:26-28; 2:20-24), en la legislación divina (Lev. 18:22; 20:13; 1 Co. 6:9-11), y en la confirmación explícita de Jesús de una relación matrimonial heterosexual, monógama y permanente (Mat. 19:4-6).


Fuente: https://www.adventist.org/en/information/official-statements/statements/article/go/0/same-sex-unions/


 

Referencias

[i] Seventh-day Adventists Believe: An exposition of the fundamental beliefs of the Seventh-day Adventist Church, Doctrine 23 on ‘Marriage and the Family.”

[ii] Public Statement, An Affirmation of Family, released July 5, 1990, at the General Conference Session, Indianapolis, Indiana.

[iii] Statement voted by the General Conference Administrative Committee on April 23, 1996.

[iv] Statement voted by the Annual Council of the General Conference Executive Committee, October 17, 2012.

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