¿Conservador o Liberal?, parte 1: Etiquetas

En el debate sobre la ordenación de la mujer al ministerio pastoral existe un cierto prejuicio en ambos lados del debate. Quienes están a favor de la ordenación suelen etiquetar a aquellos que están en contra como “conservadores”. Mientras que quienes están en contra suelen etiquetar o acusar a aquellos que están a favor como “liberales” o “progresistas”.

Sin embargo, la mayoría de las personas que utilizan estas palabras a veces ni siquiera saben que significan, ni tampoco si la están utilizando en forma apropiada.

Antes de comenzar es necesario que sepamos que significa ser “conservador” y “liberal”.

La expresión “liberal” o la teología liberal comenzó a utilizarse en el siglo XIX para describir a un movimiento teológico que apareció en algunas universidades en Alemania y gradualmente se esparció por el resto del mundo. Aunque hubo varios filósofos y teólogos que hicieron aportes importantes para la teología liberal, fue Friedrich Schleiermacher (1768-1834), un teólogo alemán quien por primera vez sistematizó  la teología liberal. Él es llamado “el padre de la teología liberal”.

La teología liberal se basa en varios puntos.

  1. Primero que nada, intenta analizar la Biblia de una manera científica y humanística. Por lo tanto, no cree que la Biblia sea la Palabra de Dios, sino una obra literaria antigua más.
  2. Los teólogos liberales no creen que los milagros de la Biblia sucedieron de verdad. Cualquier relato bíblico basado en milagros (como el diluvio, el cruce del Mar Rojo o la resurrección de Cristo) es considerado un “mito” y, por lo tanto, rechazado.
  3. En general la teología liberal no cree en el cielo ni en el infierno. También tiene una visión difusa de Dios. Algunos liberales son deístas (no creen en un Dios personal interesado por nosotros), otros niegan la Trinidad.
  4. Es ecuménica, inclusiva, no cree en credos ni en denominaciones. Intenta acercar el cristianismo a todas las religiones y denominaciones.

Estas son las características básicas de los teólogos liberales. Ahora pensemos un momento. ¿Son así las personas que creen o promueven la ordenación de la mujer en la Iglesia Adventista?

Seamos sinceros, ninguna (o casi ninguna) persona que cree en la ordenación de la mujer encaja en esta descripción. Los defensores de la ordenación de la mujer creen en la Biblia como la Palabra de Dios, creen en los milagros de la Biblia, creen en la Trinidad y defienden a la Iglesia Adventista como la iglesia remanente.

Decir que quienes promueven la ordenación de las mujeres son liberales no solo es un error, sino que demuestra una gran ignorancia de la historia y la teología. Pero lo que es peor, es que difamar y acusar falsamente de esa manera a una persona es un ataque personal que va en contra del carácter cristiano que todo adventista debería demostrar:

“Muchos se permiten criticar y acusar a otros libremente. Al dar expresión a las suspicacias, los celos y el descontento, se convierten en instrumentos de Satanás. Antes de que se den cuenta de lo que están haciendo, el adversario ha logrado por medio de ellos su propósito.” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 276)

De modo que si vamos a ser histórica y teológicamente correctos, quienes promueven la ordenación de la mujer no son liberales. Por lo tanto acusarlos de serlo es lisa y llanamente una mentira. Acusar a alguien con una mentira no solo es un pecado, sino que es una conducta completamente inapropiada para un cristiano.

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