Respuesta al grupo “No Invasión”

Respuesta al grupo “No Invasión”

El grupo llamado “No Invasión,” ha emitido una serie de argumentos contra una publicación titulada, “Hechos Desconocidos sobre la Ordenación de la Mujer.”  Este material, fue publicado en el blog “Escogidas para servir”.

Cuando se va a evaluar alguna publicación, es importante revisar las fuentes bibliográficas. ¿Son fuentes oficiales y fidedignas?, ¿dónde y cuándo fue publicado el documento?, y ¿cuál es la información? Esto evita que cualquiera emita una mera opinión carente de un sustento fehaciente. Por lo que procederé a citar diferentes documentos oficiales de la denominación, los cuales fueron pasados por altos por el grupo “No Invasión”.

HECHO #1: La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha tenido pastoras desde 1872. La respuesta de NI, fue negar el enunciado con algo de verdad. Aunque, ninguna de las dos partes ha citado un documento de la época, el enunciado es verdadero. En 1878, la Asociación General tomo un voto, para crear las licencias ministeriales, cito:

“Se resuelve, las personas que soliciten una licencia para predicar el mensaje del tercer ángel, deben, antes de recibir una licencia, ser examinados por una comisión competente con respecto a su educación y calificación doctrinal.” (James White, “Nineteenth Annual Session of the General Conference of S. D. Adventists”, Review and Herald, 17 de octubre, 1878).

Ellen S. Lane aparece en la lista de personas que fueron certificadas por el Comité de Licencias y Credenciales, otorgada por la Asociación de Michigan, el 17 de octubre de 1878. En la siguiente sesión del 14 de noviembre, la Asociación de  Kentucky-Tennessee le otorgó una licencia ministerial a Julia Owen. (S. Osborn, “Kentucky and Tennessee Conference”, RH, 14 de noviembre, 1878). En 1879, en la Comisión de credenciales estuvo presente la Hna. Elena de White, en esa reunión se aprobó darle licencia a Hattie Enoch (George I. Butler, “Proceedings of the Kansas Conference”, RH, 12 de junio, 1879). Puede consultarse la lista de mujeres certificadas como pastoras en el Yearbook de la denominación (http://www.sdanet.org/atissue/books/called/benton-apx-b.htm).

El carácter de estas licencias era para el ministerio pastoral. Elena de White, describe estas licencias. Hablando de Margaret Caro, su odontóloga personal, quien tenía una licencia ministerial, comenta: “Estoy muy encariñada con ella. Ella tiene su diploma de dentista y  sus credenciales como ministro.” (Elena de White a Jennie Inggs [Carta 33], 1893). Estas mujeres no eran ordenadas, sino pastores sin ordenación. Ellas, eran pastores de distrito, bautizaban, oficiaban bodas y la cena del Señor. Esto está publicado en libros de historia denominacional (véase, George Knight, Nuestra Iglesia: Momentos históricos decisivos [Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2008], 123-124). Mujeres como Minnie Sype, Lulu R. Withgman, Ruie Hill, entre otras, trabajaron y fundaron varias Iglesias. Otras mujeres, ocuparon cargos administrativos. Por ejemplo, Lorena F. Plummer quien recibió una licencia ministerial en 1893, fue elegida Secretario Ejecutivo de la Asociación de Iowa en 1897 (“Iowa”, Review and Herald, enero 12, 1897). En 1900, paso a ser Presidente interina de esa Asociación, hasta 1901 cuando la nombraron Directora Asociada de Escuela Sabática de la Asociación General (George Knight, Nuestra Iglesia, 128).

Bert Haloviak, quien se jubiló como Director del Adventist Archives, ha realizado extensos documentos, donde muestra que las mujeres ocuparon todos los cargos dentro del ministerio adventista en el siglo XIX (http://docs.adventistarchives.org/docs/AST/Ast1985.pdf). En su reciente “librito”, Esteban Bohr, reconoce que los documentos aportados por Haloviak son irrefutables en cuanto a estas mujeres como pastoras:

“Recientemente mi presidente de Asociación me envió un documento investigado y compilado hace varios años por Bert Haloviak, y que comprueba sin lugar a dudas que las mujeres han sido muy activas en el ministerio a lo largo de la historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. ¿Quién podría disputar la cantidad masiva de evidencia que el documento provee? La evidencia en este documento revela abrumadoramente que las mujeres han participado en el ministerio de muchas maneras.” (Esteban Bohr, La ordenación de la mujer, ¿Si? o ¿No?, 15).

Es cierto, que las mujeres en esa época no fueron ordenadas como pastoras, ninguno de los documentos a favor ha dicho tal cosa. Pero, si fueron comisionadas como pastoras. Sus credenciales son irrefutables.

HECHO #3: La Hermana White nunca dijo nada negativo acerca de tener mujeres pastoras. Según el grupo NI, Elena de White tampoco dijo nada a favor, sin embargo se encuentran varias declaraciones donde ella apoya de forma positiva el liderazgo femenino: “La experiencia así ganada será del mayor valor para los que se están preparando para el ministerio… Es el acompañamiento del Espíritu Santo de Dios lo que prepara a los obreros, sean hombres o mujeres para ser pastores del rebaño de Dios” (EGW, TI, 6:322). El contexto de la cita, está hablando del colportaje como un medio para alcanzar experiencia antes de entrar al ministerio pastoral.

En 1879, la Hna. White le escribió a un líder que estaba menospreciando el liderazgo de las mujeres en la Iglesia: “No son siempre los hombres los que están mejor adaptados para una administración exitosa de la iglesia. Si mujeres fieles tienen más profunda piedad y verdadera devoción que los hombres, podrían ciertamente por sus oraciones y su trabajo hacer más que los hombres cuyos corazones y vida no están consagrados” (EGW al Hno. Johnson [Carta 33], 1879).

Respecto, a la ordenación de las mujeres como pastoras, ella sentía que aún no había madurez para esto. Su secretario personal C. C. Crisler, señaló lo siguiente: “A menudo ella habló de los peligros a los que estaría expuesta la iglesia por esta práctica, frente a un mundo opuesto a esto.” (Hijas de Dios, 254). Este mundo opuesto, era el entorno cultural de esa época que causaría más oprobio que avance, por lo que ella no recomendó a los líderes separarse de la tradición. Si ella creía que la OM era una abominación, no hubiera dudado en escribir de forma tajante contra esto, pero al contrario, nunca dijo nada.

En 1895, ella escribió: “Debieran ser separadas para esta tarea por la oración y la imposición de manos. En algunos casos necesitarán el consejo de los dirigentes de la iglesia o del pastor. Pero si son mujeres consagradas que mantienen una comunión vital con Dios, serán un poder para el bien de la iglesia. Este es otro medio para fortalecer y hacer crecer la iglesia.” (EGW, “The Duty of the Minister and the People”, RH, Julio, 1895). Esta declaración abrió las puertas para que las mujeres fueran ordenadas como Diaconisas y Ancianas. En 1890 el Pr. John N. Loughborough, ordenaba con regularidad a mujeres en esos cargos, incluyendo Ancianas (Brian E. Strayer, “Adventist Roots” (letter), Adventist Review, octubre 2012, 4)

HECHO #5: La ordenación de las mujeres ha sido discutida en la Iglesia Adventista desde al menos 1881. La Hermana White recibió el salario de un pastor ordenado a partir de 1881. Para “No Invasión”, este hecho es irrelevante. Pero, la evidencia muestra que en realidad tiene mucha importancia. ¿Cómo es posible que los pioneros adventistas pidieran ordenar mujeres el ministerio pastoral? El tema de la ordenación surge dentro de las filas adventistas, no fue un tema salido del feminismo, ¿se atrevería alguien a decir que los pioneros eran feministas por pedir la OM? “Se resuelve, que las damas poseedoras de las calificaciones necesarias para ocupar ese cargo pueden con perfecta propiedad ser apartadas mediante la ordenación para la obra del ministerio cristiano” (Urías Smith, “The Conference”, RH, 20 de diciembre, 1881).

Respecto a Elena de White, iría un poco más lejos de lo la publicación dice con propiedad. La denominación ya desde 1871, le extendió credenciales como ministro ordenado (RH, 14 de febrero, 1871). En la Comisión de 1878 aparece lo siguiente: “La Comisión de Credenciales y Licencias presentó el siguiente informe: Credenciales para: James White, Sra. E.G. White, J. H. Waggoner, John Byington…L M. Kenyon, U. Smith… Se votó que las credenciales de estos ministros se renovarán de acuerdo con las recomendaciones del comité.” (GC, “Eighteenth Annual Session of the Michigan Conference of S. D. Adventists”, RH, 17 de octubre, 1878).

HECHO #6: En 1884 la Hermana White estaba en la lista del Anuario de la Asociación General como ministra ordenada.  La respuesta de NI, es que es una “verdad a medías”. Quiere decir que algo de razón tiene. Elena de White, tuvo credenciales como ministro ordenado, el hecho de que no estuvo en una ceremonia de ordenación, no quiere decir que no lo fuera. Ella, creía que su ordenación provenía de Dios: “En la ciudad de Portland, el Señor me ordenó como su mensajera, y aquí mis primeras labores fueron entregadas a la causa de la verdad presente.” (EGW, Carta 138, 1909). El Patrimonio White, de la Asociación General señala: “El nombre de Elena de White estaba entre quienes fueron votados para recibir los papales de un ministro ordenado, aunque su ordenación no fue por la imposición de las manos de los hombres.” (Arthur L. White, 3BIO, 377). En diferentes ocasiones, la Hna. White ungió a personas, un acto que era de los ordenados: “Después de que la ungí con aceite oramos por ella, y fue sanada totalmente y cayó postrada por el poder de Dios. Esa noche subimos a un bote de remos y fuimos por el lago cerca de una milla hasta la casa del Hno. Meade. Su hermana estaba allí con un niño muy enfermo. Lo ungimos con aceite y oramos por él, y Dios escuchó nuestras oraciones.” (EGW, Ministerio pastoral, 267).

HECHO #7: La votación en San Antonio no es acerca de si podemos tener mujeres pastoras. Por los últimos 25 años, desde 1990, la política oficial de la Asociación General de la iglesia mundial ha autorizado a las mujeres a ser ministras “comisionadas”. Es alarmante la falta de información de “No Invasión.” Ellos, señalan que la premisa de Texas, “es el engaño sutil que metió la tercera opción.” ¿Citan algún documento oficial? No. En realidad la premisa sale del Concilio Otoñal que se celebró en el 2014.  Los delegados por mayoría abrumadora, acordaron que la pregunta para ser respondida por los delegados en el CG de 2015, es: “… ¿Es aceptable que las juntas directivas de las divisiones, según sea apropiado en su territorio, hagan provisión para la ordenación de mujeres al ministerio evangélico? Sí o No” (http://unionvenezolana.interamerica.org/site_data/635/assets/0015/9774/DECLARACI%C3%93N_DE_CONSENSO_SOBRE_LA_TEOLOG%C3%8DA_DE_LA_ORDENACI%C3%93N__1_.pdf).

Lo que dice la publicación es cierto, solo que le falto citar el documento oficial donde lo leyó. La Iglesia Adventista tomó una acción en cuanto a las mujeres pastoras “comisionadas”, en el CG de Indianápolis de 1990. El debate del 12 de julio sobre el papel de la mujer en la Iglesia se centró sobre la recomendación del Concilio anual de 1989, la cual daría a los ministros licenciados o comisionados, sean hombres o mujeres, el privilegio de bautizar y oficiar bodas. La moción fue aprobada, SI: 776 / NO: 496 (Tenth Business Session, en el 55º Congreso de la Asociación General, Indianapolis, Indiana, 11 de julio de 1990.). Por lo que esto se ha venido incorporando en las Divisiones donde se aprobó. A esto se añade lo que la Iglesia aprobó mediante diferentes Concilios anuales, donde están todos los delegados de las regiones, la elección y ordenación de Ancianas (1975 y 1984). Estos votos aparecen en el Manual de la Iglesia.

En San Antonio Texas, no se va a votar para eliminar los votos ya tomados. Sino, responder la pregunta de dejar el asunto a criterio de cada División.

HECHO #8: Actualmente tenemos alrededor de 3500 mujeres pastoras, incluyendo unas 150 en Norteamérica. Continuaremos teniendo mujeres pastoras independientemente de la votación en Julio. Es interesante que NI, señale que entre las categorías algunas son “ministras.” Claro, sin ordenación. Pero, ellos creen que esas 3500 mujeres, también se cuentan las obreras bíblicas o evangelistas. Ese número en realidad corresponde a las mujeres pastoras comisionadas que hay en Asía, esto está en el informe presentado al TOSC de la Asociación General (https://www.adventistarchives.org/northern-asia-pacific-division-brc-report.pdf).

.HECHO #9: Mujeres pastoras “comisionadas” ya cumplen el mismo rol y funciones en las iglesias locales que sus contrapartes varones “ordenados” (ambos pueden predicar, dar estudios bíblicos, bautizar, oficiar casamientos, dedicaciones de bebes y funerales, dirigir juntas directivas, etc.). En este apartado NI, dice que es abierta rebeldía, pero repito, ya el voto de las pastoras comisionadas fue tomado en 1990 en un Congreso de la Iglesia mundial.

HECHO #10: La distinción entre mujeres “comisionadas” y varones “ordenados” no tiene nada que ver con ser la cabeza de la iglesia. Un pastor es un siervo. “Cristo es la cabeza de la Iglesia, no el ministro” (Elena de White, Signs of the Times, 27 de Enero de 1890). Para NI, esto no es cierto, porque ellos creen en la “doctrina de la cabeza.”,  la cual no es sostenida por los adventistas, tampoco se encontrara nada en nuestras 28 creencias y en ninguno de los pioneros o Elena de White. Los jerárquicos creen que los hombres son la cabeza de la Iglesia. Esto es falso, la misma Biblia dice que Cristo es la cabeza de su Iglesia (http://www.escogidasparaservir.com/declaracion-oficial-de-la-universidad-andrews-sobre-cristo-como-unica-cabeza-de-la-iglesia/). Se ha citado a EGW donde ella apoya este concepto. Es paradójico que el grupo se llame “No Invasión”, y están copiando la teología calvinista, ya que los teólogos adventistas contra la ordenación no encontraron argumentos dentro de la hermenéutica adventista y fueron a copiarse de Wayne Grudem (famoso teólogo calvinista y evolucionista, http://www.escogidasparaservir.com/gerry-chudleigh-una-breve-resena-de-la-doctrina-de-la-cabeza/ ). Nuestros pioneros no tenían este concepto, porque ese concepto es lo que termino creando la “Supremacía papal”, el obispo es la cabeza de la Iglesia y desplaza a Cristo.

HECHO #13: Dios dice que los creyentes son uno en Cristo; no hay varón ni mujer ante sus ojos (Gálatas 3:28). Según “No Invasión”, la igualdad de la que se habla en la Biblia, es solo a nivel salvífico. ¿Acaso la salvación no tiene repercusión en la vida? ¿Los resultados de la conversión no repercuten en las acciones sociales? El contexto inmediato de este pasaje nos dice que estamos revestidos de Cristo y al bautizarnos pasamos a ser hijos de Dios (Gá 3:26-27). En el contexto mediato, Pablo estaba lidiando con el problema de los judaizantes que estaban diciendo que los gentiles debían circuncidarse para poder ser cristianos, óseos, hacerse judíos primero. En este sentido Pablo señala que en Cristo no debe haber barreras. Los resultados no solo eran salvíficos, porque los gentiles en lo vivencial no se circuncidaron. ¿Puede acaso alguien decir que está revestido de Cristo y robar? ¿Puede una persona cristiana ser hijo de Dios cuando aún sigue asesinando? NO. La igualdad debe ser practicada en lo vivencial, bien dijo Pablo: “someteos los unos a los otros” (Efe 5:21) y “que cada uno estime a su hermano como superior a él” (Fil 2). Aun, Santiago nos dice que hacer acepción o discriminación de personas es pecado (Stg 2).

Es paradójico que NI, señale que Elena de White no creía esto. ¿Citan algún documento de ella? De nuevo no. Pero, en realidad ella se valió de este texto para derribar las discriminaciones. “Dios no conoce ninguna distinción por causa de la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor de toda la humanidad. Todos los hombres son una familia por la creación, y todos son uno por la redención. Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo para que cada persona pudiese tener libre acceso a Dios.” (EGW, Recibiréis poder, 339). El pasaje de Gá 3:28, fue usado por ella para abogar contra la esclavitud afroamericana en 1861. Entonces, ella creía que la salvación tenía repercusiones en la vivencia: “Se han erigido paredes de separación entre los blancos y los negros. Estas paredes de prejuicios se desplomarán como las murallas de Jericó, cuando los cristianos obedezcan la Palabra de Dios, que ordena amor supremo al Hacedor y amor imparcial al prójimo” (EGW, Mensajes Selectos, 2:549-551).

La lógica de NI, es la siguiente: “No importa lo que hagas en lo vivencial, los resultados de la salvación son solo espirituales.” Ósea, la esclavitud está bien, porque la igualdad es solo espiritual. Está bien que haya distinción vivencial entre judío y gentil porque la igualdad es solo espiritual.

HECHO #14: Elena de White dijo: “El secreto de la unidad está en la igualdad” (Consejos para la Iglesia, p. 524.). Deberíamos preguntarle a NI, ¿qué significa la palabra “igualdad” en términos de relaciones entre seres humanos? El Diccionario de la Real Academia Española, señala: “Trato idéntico entre todas las personas, al margen de razas, sexo, clase social y otras circunstancias diferenciadoras.” La cita completa en realidad está hablando de la igualdad, que solo se consigue cuando vamos a Cristo, ella termina diciendo: “…En Dios no hay acepción de personas.” (Ibíd.). La lógica de NI es la siguiente: “Si hay acepción de personas.” ¿A quién le creemos? Yo me quedo con lo que dice la Biblia y los Testimonios.

Además, las Creencias Fundamentales de los Adventistas, basada en las Escrituras, hacen hincapié en que la igualdad es parte de la unidad. Esta igualdad, como lo expresamos en la doctrina n° 14: “La Unidad en el cuerpo de Cristo” engloba todo, incluyendo la igualdad de género: “En Cristo somos una creación; las distinciones de raza, cultura, educación y nacionalidad, así como las diferencias entre las posiciones elevadas y humildes, ricos y pobres, varones y mujeres, no deben producir divisiones entre nosotros. Somos todos iguales en Cristo, el cual por un Espíritu nos ha unificado en una comunión con él y los unos con los otros; debemos servir y ser servidos sin parcialidad ni reservaciones [Ro 12:4,5; 1Co 12:12-14;  Mt 28:19,20;  Sal 133:1,2; 2 Co 5:16,17; Hch 17:26,27; Gá 3:27,29; Col 3:10-15; Efe 4:14-16; 4:1-6; Jn 17:20-23].” (Véase, creencia n° 14).

El libro publicado por la Asociación General, Declaraciones, Orientaciones y otros Documentos, señala: “Las mujeres tienen derecho a los privilegios y oportunidades que Dios quiso dar a todos los seres humanos: el derecho a la alfabetización, a la educación, a una atención sanitaria apropiada, a la capacidad de tomar decisiones, y a ser libres de cualquier tipo de abuso físico, psicológico o sexual. Asimismo, sostenemos que las mujeres deberían desempeñar un papel cada vez más relevante en el liderazgo y en la toma de decisiones, tanto en la iglesia como en la sociedad.” (Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Declaraciones, orientaciones y otros documentos [Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2011], 57-58).

También los reglamentos internos de la Asociación General, conocido como el Working Policy, condena categóricamente la discriminación: “BA 60 10 Posición Oficial – La Iglesia mundial apoya la no discriminación en las prácticas y las políticas de empleo y defiende el principio de que tanto hombres como mujeres, sin distinción de raza y color, se dará plena e igualdad oportunidades dentro de la Iglesia para desarrollar el conocimiento y la habilidades necesarias para la edificación de la Iglesia. Posiciones de servicio y responsabilidad (salvo los que requieran la ordenación al ministerio del evangelio*) en todos los niveles de actividad de la iglesia estará abierta a todos, sobre la base de la calificaciones individuales.” (General Conference of Seventh-day Adventist, Working Policy [Washington D.C: Review and Herald Publishing Association, 2008], 107).

Estos documentos son votos y declaraciones tomados por la Iglesia reunida en pleno, dentro de los congresos mundiales de la Iglesia Adventista.

HECHO #15: “Eruditos adventistas, en 1975, no encontraron obstáculos teológicos para ordenar mujeres al ministerio evangélico” (Adventist Review, 7 de Marzo de 1985). Las respuestas de NI, para el punto 15 y 16, son solo premisas disidentes, ellos señalan: “Eruditos Adventistas estudiando lo que ensenan los evangélicos vendidos a los propósitos ecuménicos papales están llevando a nuestra iglesia a la apostasía.”. La conclusión de “No Invasión”, trata de imponer su punto de vista. Ellos, inclusive dicen: “También es bueno saber que la conferencia general nunca ha aprobado la ordenación de mujeres al pastorado por considerar que esta contra la Biblia.”. ¿Citan algún documento oficial? No. Esto es falso, la Iglesia no ha aprobado la OM por el asunto de la unidad. Pero, ha dejado en claro que en la Biblia no hay nada que apoye o condene esta práctica. Cito parte del documento de 1990: “(1) Mientras que la comisión no tiene consenso con respecto a que las Escrituras y los escritos de Elena de White explícitamente abogan a favor o en contra de la ordenación de la mujer al ministerio pastoral, concluye unánimemente que estas fuentes afirman un ministerio significativo, amplio y continuo para las mujeres, el cual se expresa y se hace evidente en los varios y crecientes dones de acuerdo con la unción del Espíritu Santo. (2) Además de eso, en vista de la falta de apoyo para la ordenación de la mujer al ministerio evangélico en la iglesia mundial y en vista de posibles riesgos de desunión, disensión y desviación de la misión de la Iglesia, no aprobamos la ordenación de la mujer al ministerio evangélico.” (Tenth Business Session, en el 55º Congreso de la Asociación General, Indianapolis, Indiana, 11 de julio de 1990).

Sea, cual fuere el voto que se tome en San Antonio Texas, debe mantenernos unidos como Iglesia. La OM, no es un asunto doctrinal, jamás los adventistas desde sus inicios creyeron que esto fuera uno de los hitos o pilares fundamentales de la salvación (eje.: Sábado, Santuario, Juicio Investigador, el mensaje de los tres ángeles, la Ley de Dios, etc.). Porque la ordenación como tal, es una práctica. Tampoco en la actualidad los adventistas creemos que la OM es una apostasía. No creemos en la enseñanza calvinista de la “doctrina de la cabeza”. Inclusive, las Escrituras no dicen nada contra la ordenación. No hay un pasaje tipo decálogo que diga: “No ordenaras mujeres.” Aquellos, que piden un “Así dice Jehová,” no lo tienen porque Jehová no ha hablado nada contra la OM. Hacer teología del silencio, es nocivo, porque se termina imponiendo los prejuicios culturales por encima de Dios.

Por último, los adventistas creemos que los dones y ministerios no tienen restricción de género, así, lo expresamos en la creencia n° 17, “Dones espirituales y ministerios”: “Dios concede a todos los miembros de su iglesia en todas las edades, dones espirituales, los cuales cada miembro debe usar en el ministerio de amor para el bien común de la iglesia y la humanidad. Dados por la agencia del Espíritu Santo, el cual reparte a cada miembro según su voluntad, los dones proveen todas las capacidades y ministerios que necesita la iglesia para cumplir sus funciones divinamente ordenadas… Cuando los miembros usan estos dones espirituales como fieles mayordomos de la multiforme gracia de Dios, la iglesia se ve protegida de la influencia destructora de las falsas doctrinas, crece con el crecimiento que viene de Dios, y se ve fortalecida en la fe y en el amor (Ro 12:4-8; 1 Co 2:9-11, 27-28;  Efe 4:8, 11-16; Hch 6:1-7; 1Ti  2:1-3; 1 Pe 4:10,11).”

One thought on “Respuesta al grupo “No Invasión”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *