Carta del Presidente de la NNSWC sobre la ordenación de la mujer

Justin Lawman, el presidente de la Asociación del Norte de Nueva Gales del Sur (NNSWC por sus siglas en inglés) publicó la siguiente carta en el Boletín Informativo de la NNWC de Agosto del 2015

Todos ustedes han escuchado que, en el reciente Congreso de la Asociación General mantenido en San Antonio, la iglesia mundial ha votado no ordenar mujeres al ministerio pastoral. Esta decisión ha llevado a que algunas personas se regocijen y que otras sollocen. Algunas personas estaban esperando conocer mi opinión y mi respuesta a este asunto.

Soy parte de una iglesia global.

Yo creo en lo profundo de mi corazón que Dios está liderando a un grupo de personas, no uno o dos individuos. Así que yo respeto y haré mi mejor esfuerzo para trabajar con todo el cuerpo de la iglesia. No puedo decir que siempre he sido bueno en eso, pero hare mi mejor intento.

Dios llama a hombres y mujeres todos los días.

Él los llama a servirlo y a ministrar a otros, y estoy completamente convencido de que Dios está llamando a mujeres como siervas del Evangelio. Miren algunas de las fotos de nuestras clases de graduación de ARIE. Estarán encantados de ver que la mitad de los estudiantes son mujeres. Algunos de nuestros mejores obreros son mujeres, Helen Butova fue comisionada como pastora recientemente en el Big Camp, y es tan predicadora del Evangelio y pastora como cualquier otro hombre que haya conocido. Le agradecemos a Dios que estas mujeres han respondido a su llamado.

Hemos hecho un desastre con lo que la ordenación realmente significa en el Nuevo Testamento. La ordenación era simplemente apartar a alguien y reconocer que Dios ya los había llamado. Elena de White dice en los Hechos de los Apóstoles “Tanto Pablo como Bernabé habían recibido ya su comisión de Dios mismo, y la ceremonia de la imposición de las manos no añadía ninguna gracia o cualidad virtual. Era una forma reconocida de designación para un cargo señalado, y un reconocimiento de la autoridad de uno para ese cargo. Por ella se colocaba el sello de la iglesia sobre la obra de Dios.” (p. 131). Esta es una de la más simple y mejor explicación de lo que la ordenación es. Por favor, noten que es Dios quien hace el llamado.

Cuando vemos el poder del Espíritu Santo en la vida de un individuo, nosotros reconocemos que Dios ha habilitado y llamado a esa persona para que sirva. El poder y los frutos del Espíritu Santo en su vida nos muestran eso. Hemos creado tantas reglas alrededor de esto que difícilmente siquiera buscamos este atributo central en las personas actualmente.

Nunca sirvas solo porque serás reconocido.

Es fácil para mi decirlo, pero en lo profundo de mi corazón sé que el reconocimiento no es la razón que debería motivarnos a cualquiera de nosotros a servir a Dios. Servimos porque Él nos llama. Sin importar si otros eligen reconocer ese llamado o no, no debería motivarnos al servicio. Yo sirvo porque amo a Dios, y amo a Dios porque Él me amó primero. Es maravilloso cuando eso puede ser reconocido por la iglesia, pero en últia instancia, esa no es la razón por la cual servimos.

A los jóvenes y señoritas que sienten el llamado de Dios actualmente, les insto a responder su llamado.

Pastor Justin Lawman, Presidente de la Asociación del Norte de Nueva Gales del Sur.


Fuente: http://nnsw.adventist.org.au/news_entries/2303

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